La familia de Vanesa Martín, la joven cuyo cuerpo fue encontrado quemado dentro de un búnker en Juan XXIII, organizó ayer una concentración para pedir justicia. Les acompañaron vecinos de la barriada, amigos, familiares, pero también ciudadanos a los que no conocían pero que quisieron estar ahí, en la Plaza de los Reyes, para unirse a su dolor. La muerte de Vanesa ha sido muy duro, a todos, aunque no la conociéramos, nos ha dolido como si formara parte de nuestras vidas. Por eso fueron muchas las personas que quisieron llegar hasta la sede de la Delegación del Gobierno para pedir eso, que se haga justicia, que haya claridad, que se sepa qué ocurrió. Y entre esta protesta hubo un gesto importante. Mucho. El protagonizado por la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos. Una mujer humilde que ha marcado un antes y un después en la Delegación del Gobierno y que da la cara cuando los ciudadanos se lo reclaman. Y ayer lo hicieron. Pedían que saliera y ella no se escondió tras la ventana, bajó y trasladó el mensaje sincero, nacido del corazón y dirigido a los presentes a los que pidió calma, defendiendo la labor que está haciendo la Policía. Un gesto que fue agradecido por todos, no solo por los participantes, sino por cualquiera que, sin haber podido estar, haya visto las imágenes de lo ocurrido. Vanesa nos duele a todos. Y precisamente por ello, habrá que estar atentos a saber qué sucedió. Hay que confiar en quienes trabajan para dar respuestas.