Una muerte más, un homicidio, un síntoma claro de inseguridad ciudadana, una desgracia, un dolor inconsolable en el seno de una familia, un acto criminal. Esto es lo que ha ocurrido en nuestra ciudad con el asesinato a navajazos de un ser humano con toda la vida por delante.
Vituperable el aprovechamiento político de ciertos elementos de nuestra ciudad con este crimen abyecto y la justificación del mismo achacándolo a “...la marginalidad, la desigualdad social, la falta de oportunidades y el no tener la más mínima expectativa de futuro”. Incluso entre sus seguidores hay quien habla de “responsabilidad colectiva” . Necrofilia política que se alimenta de podredumbre. No. Al joven Yassin lo ha matado un delincuente, un asesino, un criminal perfectamente identificado, y espero que en estos momentos ya esté detenido y puesto a disposición judicial. Sólo este homicida es el responsable, y la responsabilidad social empieza cuando justificamos estos crímenes con palabrería que diluye la culpabilidad.
No todo vale en política, mucho menos valerse del dolor ajeno para golpear a las instituciones que desean manejar. Mal, muy mal y desesperada debe andar la oposición cuando para criticar al Gobierno debe aprovechar una miseria tan grande como es la pérdida violenta de un ser humano. La oposición, si verdaderamente quiere construir ciudad, sociedad, debería mostrar su apoyo firme a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para, primero evitar que esto ocurra, luego para que detengan con premura al autor, y posteriormente para solicitar un esfuerzo estatal en la dotación y asignación de sus miembros a Ceuta.
La justificación del crimen como producto de un sistema injusto, ( del que sin lugar a dudas, para ellos, es responsable el Gobierno) es dar razones al asesino del tipo “lo tuvo que hacer porque se encontraba desesperado” . Es una ofensa al dolor de los seres queridos del muerto, a la sociedad ceutí y a la justicia.
De ningún modo, como se oculta en tales justificaciones, existe un Gobierno protervo que haya creado las condiciones suficientes y necesarias para legitimar la utilización de violencia extrema. El asesino lo mató y ahora deberá responder ante la justicia. El Gobierno no ha tenido nada que ver en el asesinato, pero algunos miembros políticos de la oposición sí han tenido que ver en su justificación. Una pérdida de valores institucionales, una actuación quintacolumnista contra la democracia, a eso dedican algunos el tiempo y posición pública que debieran dedicar a solicitar esfuerzos estatales en nuestra ciudad.
Falta más apoyo estatal en nuestra ciudad, en materia educativa, en oportunidades de empleo, en protección social, en dotación judicial, policial, etc. Pero a algunos hay que recordarles que la mayoría no cometemos delitos, no porque tengamos a un policía detrás en cada momento, sino porque distinguimos entre el bien y el mal, algo que algunos no parecen tener muy claro ¿Se los imaginan gobernando?