Una historia de esperanza

La de Princesa o Fifi (como se la bautizó posteriormente) es una de esas historias, cientos por desgracia, que se viven a lo largo del año en la ciudad.

La de una gata callejera que sobrevive gracias a algunos ciudadanos que la cuidan, dándole los mimos que este cariñoso animal les reclamaba constantemente. A sus seis años de edad, su vida no ha sido en absoluto fácil. Abandonada por una familia de acogida que la recogió junto a su camada de cinco crías, Fifi deambuló durante un tiempo por zonas ajenas a su entorno habitual, hasta que un grupo de voluntarios de la ‘Asociación Cultural Amigos de los Gatos’, tras hacer un llamamiento en las redes sociales y en este mismo periódico, consiguió rescatarla y devolverla a su lugar de origen. Hace unos meses, Fifi volvió a quedar preñada y su drama comenzó cuando la noche del pasado lunes alguien la encontró en un lamentable estado. Sin síntomas de embarazo o crías junto a ella, al parecer las complicaciones surgidas durante el parto fueron terribles: el útero se había descolgado totalmente y se encontraba en estado de putrefacción. De inmediato los voluntarios de la ‘Asociación Cultural Amigos de los Gatos’ y del grupo de facebook ‘Difusiones Mascotas’ comenzaban una carrera contrarreloj para salvar al animal. Fifi fue trasladada a la clínica veterinaria de urgencias, ‘Fauna’, donde el diagnóstico no podía ser más negativo: una tremenda infección provocada por cientos de larvas en su interior debido a la muerte de sus fetos, además de la putrefacción de su útero, amenazaban la vida de Fifi, lo que llevó a barajar una posible eutanasia. Finalmente se optó por una operación de urgencias y Fifi, aún sin estar totalmente fuera de peligro, ha tenido una nueva oportunidad. En la actualidad, la gata se encuentra en una casa de acogida donde recibe todos los cuidados necesarios para su total recuperación. “Casos como este son demasiado habituales en la ciudad, porque durante mucho tiempo no se ha ejecutado una campaña de castración en condiciones y estas son las consecuencias de ello”, apuntan desde la ‘Asociación Cultural Amigos de los Gatos’. “No obstante, -añaden-, este problema va a convertirse en agua pasada, dada la predisposición de la Consejería de Sanidad a iniciar una castración masiva de gatos callejeros”. Por otra parte, la asociación quiere lanzar un agradecimiento tanto a los voluntarios, como a los que han aportado su donación económica y, especialmente, a la clínica veterinaria ‘Fauna’ por la atención dispensada, sin los cuales este se habría convertido en un dramático caso más, por desgracia demasiado frecuente ya que el de Fifi es sólo uno de los muchos que a diario ocurren en la ciudad. Ella ha tenido suerte, otros muchos mueren solos y en el anonimato.