Si bien la Dirección General de Tráfico elabora campañas para promover la seguridad del ciudadano en carretera, ahora la cuestión radicaría en eliminar de los viales aquellos elementos que añadan peligrosidad a esta conducción. Ese sería el caso que viven los vecinos del Pinar, en la carretera de subida al pantano, donde, desde hace aproximadamente unos diez años, una grúa abandonada en la carretera, y que ocupa parte del arcén, pone en riesgo el tráfico viario.
Los residentes del Pinar que se incorporan a la carretera del pantano no tienen ningún tipo de visibilidad, lo que pone en claro riesgo su integridad física, lo que ha llevado a algunos vecinos a lamentar que pueda producirse un accidente, “la grúa está en la misma curva por lo que es un peligro público porque aquí cada vez somos más vecinos, alrededor de 50 entre los que vivimos aquí, en las cabañas de Miguel de Luque o los que van a hacer deporte al pantano”, apunta uno de los vecinos.
Pese a las dos actas de abandono de vehículos de la Policía Local entregadas en el Parque Móvil hace unos dos meses aproximadamente, no se ha producido ningún movimiento tendente a la retirada de la grúa, una cuestión “de solución algo complicada”, según señalaba a ‘El Faro’ el jefe del Parque Móvil, Rafael Matres, “no podemos fijar un plazo para la retirada de este vehículo porque no contamos con los medios adecuados para ello y hay que intentar buscar la solución adecuada, pero no es algo fácil”.
Además, Matres insiste en que es el propietario de la grúa quien debe hacerse cargo del coste que supondría la retirada del vehículo que, por otra parte, se encuentra en una parcela privada.
Escombros
Así las cosas, no parece que los vecinos puedan contar con seguridad vial en ese tramo de carretera donde, por otra parte, se acumula gran cantidad de escombros que continuamente van abandonando junto a la grúa.
Algunos vecinos se lamentan del “poco civismo” de personas que “van tirando” escombros por “donde pueden en lugar de llevarlo a Makerel porque allí les van a cobrar una cuota”.
El consejero de Servicios Comunitarios y Barriadas, Gregorio García Castañeda, ha asegurado a este periódico que la consejería que gestiona da prioridad a zonas comunes frente a otras privadas, como en este caso, cuya limpieza correspondería al propietario, pese a lo cual se ha comprometido a trasladar a una brigada de Obimace para su recogida a la mayor brevedad posible.