Me llamo Chía y tengo cuatro años. Soy una perra caniche, muy mona y algo seductora, eso dicen mis amitos. Me encuentro un poco triste hoy Martes pues me quedé sin palabras al ver que pasó este Domingo 4 de Octubre y no me sacaron a la calle para encontrarnos con muchos conocidos y no tanto, recordando y festejando a nuestro Patrón, el amigo de los animales San Francisco de Asís; por cierto parece ser sigue siéndolo de esta, nuestra ciudad. La verdad es que no entendemos las razones de que se pierda algo tan guapo. Nuestros médicos, los veterinarios deberían decir algo y no digamos nuestros propietarios. Está claro que si no hay demanda, movida, presión, pues la cosa es que no.
Mis amos comentan en casa, mucha palabra, mucha queja, blas, blas y blas... que el año pasado el domingo 4 de Octubre se hicieron actos en la Iglesia de la Purísima, sacaron a San Francisco por las calles, se hizo una ofrenda floral, una misa, fue mucha gente devota y no tanto. Pero este año, nada de nada.
Lo que nos parece increíble es que se mantenga como Patrón, ¿ para qué y quiénes?. Igual las personas voluntarias, las hermanitas del sagrado Corazón, la Casa de Ceuta en Melilla, los Cabales, Amas de Casa, asociación de reumáticos y jóvenes ilusionados entonces, no han recibido el estímulo, la ayuda que correspondía por parte de Cultura, cualquiera sabe.
Nos consta que otros hermanos animales, periquitos, gatos, pajaritos, seguro nos apoyarían en una rebelión, no en la granja orweliana, sino en esta tierra melillense, donde hemos nacido y tenemos el privilegio de estar bien acogidos. Otra cosa son los de la Residencia, la Protectora, donde hacen lo indecible y con pocos medios, no faltándoles cariño. Los callejeros, mejor no decirlo pues me salen lagrimillas, puro sentimiento canino. Son los auténticos héroes y heroínas de la subsistencia,¡pobres!.
Personalmente, y lo he comentado con mi pretendiente último, el gigantón rotweiler “Sansón”, igual el estamento eclesiástico local no ha hecho suficiente fuerza, los fieles. Y es que se está cayendo en tal desidia, que esto va a peor. Casi nadie lucha, reclama, nos van marcando el camino. Claro, luego como los amitos, a quejarse sin mojarse. Esto último que no lo lean, bueno que más da, hay libertad de maullidos y ladridos, de momento.
Alguien dirá, que esto tiene aires de comedia. Seguro que para San Francisco no, pero a lo mejor los naturalistas amantes de plantas y animales desde siglos ha, les ha llegado la hora de pasar a la acción, como y valga como ejemplo, la pasada reforestación y bicicletada del fin de semana.
Bueno, que me llama “Sansón”, el muy pesao por el balcón, que quiere relaciones, pero se va a fastidiar, pues no estoy en celo ni me gustan tan grandotes. Me despido con un par de lametones y esperanzada en ver lo que ocurrirá el año que viene.
Chía, de las Viviendas Rusadir de Melilla.
Interpretado por Pedro Gallardo
Ciudadano “amigo de los animales” (no de todos).