La impresión que tienen los ciudadanos de a pie es que las navieras están haciendo su agosto en pleno mes de julio. Y no son más que los ceutíes quienes padecen los vaivenes tarifarios y reglamentarios. Unos confiesan preferir no salir de Ceuta con tal de no encontrarse la particular turbulencia de todos los principios de verano. Por no hablar de los que se dejan de plantearse venir desde la península.
Cuentan quienes los vivieron que el fin de semana pasado fue el del horror. Principalmente en la vuelta desde Algeciras. M. J. J., ciudadana ceutí, presentó ayer una reclamación en el Área de Consumo. Y asegura que no fue la única. La causa: “La imposición de un precio abusivo a los residentes ceutíes”, explicó. M. J. J. salió el viernes desde Ceuta con dirección a Algeciras. Iban ella y su hijo en un vehículo. El precio final del billete fue de 29,28 euros. La vuelta del domingo, sin embargo, les salió por 69,06 euros. “Más del doble a pesar de viajar los mismos viajeros y el mismo vehículo”, denunció esta ceutí.
Pero no solo de pan vive el hombre. Las quejas se extendían a todo el proceso de la realización del viaje Algeciras-Ceuta. “Yo entiendo que las compañías navieras quieran ganar más dinero en épocas en las que hay una sobrecarga de trabajo. Creo que es lícito. Lo que no comparto, y de lo que me quejo con todas las fuerzas, es que no informen previamente de que hay subidas de precios. Es un caos organizativo espantoso”.
M. J. J. se mostró extremadamente crítica con el sistema de intercambiabilidad. “Y había cientos como yo, en la misma posición”. Sin embargo, la denuncia que interpuso en el Área de Consumo se redujo al “precio abusivo”. “Con la reclamación busco que me devuelvan el dinero, algo que ya me han advertido de que es difícil. Pero, por lo menos, que conste en acta. Que hay una ceutí, y más, contraria a la política de las navieras”.