Recomiendan que se evite la suelta incontrolada de galápagos de Florida. En los arroyos y embalses ceutíes siempre habitaron galápagos leprosos, especie autóctona que tradicionalmente ha poblado esta zona. Sin embargo, en los últimos 15 ó 20 años, ciudadanos desaprensivos comenzaron a realizar sueltas incontroladas de especies exóticas, especialmente galápagos de Florida.
Pese a que no existen datos fehacientes, los ecologistas consideran que ha perjudicado a la población de la variedad local porque compite con las leprosas desplazándolas, como han podido comprobar en otros puntos de la península. Pero, ¿cómo llegaron hasta los pantanos del Renegado, Infierno o su azud?
Esta especie, la cual se distingue por tener una mota anaranjada en la cabeza, se mantiene en casa como mascota cuando es pequeña pero al crecer se convierte en una molestia para algunas personas. Estos ciudadanos, siempre con buenas intenciones, liberan estos animales en los embalses. En estos casos, se recomienda telefonear a la Consejería de Medio Ambiente para entregar estos animales.
Un problema más reciente consiste en la presencia de cangrejos de agua dulce, denominados cangrejos americanos, en algunos regatos y remansos de agua poco profundos. La ausencia de una especie ceutí como ocurre con las tortugas semiacuáticas evita la competencia directa pero sí existe riesgo de depredación de anfibios, insectos y otros animales autóctonos. Estos cangrejos no se introdujeron en los montes ceutíes de forma natural y su fin suele ser el consumo humano.