La asociación Sibila organizó ayer, en colaboración con el AMPA del Colegio San Daniel, una divertida actividad para unir a mayores y pequeños “Perseguimos que el Club de Baloncesto Ceuta San Daniel sea algo más que un lugar en el que dejar a los niños a la hora de entrenar y llevarlos a los partidos, de ahí que cada vez que surge la ocasión de organizar actividades como esta seamos los primeros porque, aparte del deporte, en los niños hay que fomentar una serie de valores que se pueden encontrar en otras acciones”, explicaba Andrés Matres justo antes del comienzo de una entrañable actividad que ayer reunió a niños y abuelos entorno a decenas de historias populares. Mientras los pequeños y sus abuelos iban llegando al ‘Mundo de cuentos’ en el que la trabajadora social de la Asociación Sibila, Blanca Gallego, les introduciría después, unos y otros debatían sobre cuál es su favorito. A Blanca le encanta el de ‘Los tres cerditos’. ¿El motivo? “Porque hay un looooobo”, asegura. Sabe bien que, aún así, ese personaje es el malo y que al final, quienes salen vencedores, son los tres entrañables cerditos.
También aparece un lobo malvado en el preferido por su primo Daniel que, aunque estudia en el CEIP ‘Ortega y Gasset’, le ha pedido a su abuela África que a él también le llevara a esta actividad impulsada por Sibila en colaboración con ‘La Caixa’. Al pequeño le encantan los cuentos. De ahí que recite de carrerilla, no dejando tiempo siquiera para tomar un poco de aire, el de ‘Caperucita Roja’. No se salta ni una sola coma. “Abuelita, abuelita, ¡qué ojos tan grandes tienes...!; “Son para veeeeerte mejor!”... y seguro que todos ustedes ya saben cómo acaba el cuento.
Gracias a Blanca, Daniel y el resto de sus ocho nietos África ha ido conociendo estas historias. Le solicitamos que, ella también, nos escoja su cuento predilecto. Ese que quizás haya podido marcar su vida. “¡Uy, hija! En mi época eso de que te contaran cuentos... nada de nada. Había demasiado trabajo como para andar contando cuentos”, afirma tras una gran sonrisa.
Ayer, a pesar de que las narraciones escogidas desde Sibila son bastante populares, conoció y recordó algunas de esas historias que ahora podrá contar a sus descendientes. Y, lo más importante, ayer África y el resto de la veintena de abuelos y abuelas que en el salón de actos participaron en esta enriquecedora actividad continuaron tejiendo unos lazos mucho más fuertes con esos pequeños a los que día a día van a recoger al cole o para los que cocinan su plato favorito. Lazos que hay que seguir fomentando para que, pase el tiempo que pase, jamás se rompan.