El can del Servicio Cinológico alertó de la presencia de la cocaína, lo que sirvió a los guardias para que procedieran a un registro exhaustivo del vehículo. Fue así como localizaron los 540 gramos de cocaína que era transportada en el interior del hueco natural del motor del limpiaparabrisas.
La Delegación del Gobierno ha destacado que como en ocasiones anteriores, esta intervención ha sido posible gracias al comportamiento del perro antidroga, cuya actitud puso en alerta a los agentes de la posible presencia de la droga. La conducta del can, que marcó el coche, fue el que alertó a los funcionarios del Instituto Armado, que iniciaron un reconocimiento exhaustivo del turismo hasta encontrar la sustancia estupefaciente.
La droga intervenida hubiera alcanzado un valor en el mercado negro superior a los 30.000 euros. El detenido, en unión de las diligencias instruidas, ha sido puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 por ser el que estaba de guardia cuando se han producido los hechos, quedando la sustancia intervenida depositada en el Área de Sanidad de la Delegación del Gobierno y el automóvil a disposición de dicha Autoridad Judicial.
El detenido permanecerá en prisión preventiva a la espera de juicio al estar vinculado con un presunto delito contra la salud pública. En el día de ayer se ordenó, de hecho, su entrada en Los Rosales.
Una posible muestra de una partida mayor
Lo que está haciendo ahora la unidad antidroga de la Guardia Civil es investigar el origen de esta partida e intentar saber así quién era su destinatario. Tras la intervención se manejan varias hipótesis. Se podría estar ante un individuo que trasladara la droga a la península tras haberla introducido desde Marruecos -el Tarajal es un punto de pase de hachís y cocaína procedente de Casablanca- o de un enlace de una organización que portara la droga como muestra para facilitar la entrada, en un tiempo, de una partida mayor en la ciudad. Esta es la hipótesis que cobra más fuerza, ya que el detenido podría haber venido a la ciudad con la droga, mostrarla a un posible comprador para que analizara su pureza, para, después, trasladarse con la muestra de nuevo a la península. Tras esta fase se habría apañado o no una venta de cocaína de mayor cantidad. En esas está la Guardia Civil, en averiguar que hay detrás de este servicio. Ya este mismo año la Benemérita asestaba otro golpe destacada contra el tráfico de coca en la llamada ‘Operación Olla’.