Un “lago” o un “pantano” se ha formado junto a la barriada de Benzú al surgir un manantial de la explotación de la cantera que realiza Hoarce.
La historia comenzó el verano pasado, comenta el presidente de la asociación vecinal de Benzú, Mustafa Ali El Hayek; cuando pequeñas cantidades de agua empezaron a embalsar junto a la pista polideportiva. Según su relato, el agua no ha dejado de surgir durante todo el año: “Lo intentaron tapar al principio con camiones de tierra pero no pudieron. Después utilizaron una bomba hidráulica para drenarla y se estropeó. Lo dejaron durante un tiempo y ahora está usando los dos métodos para poder taparlo”.
La asociación de vecinos llamó a la Federación Provincial para que estudiaran un posible recurso hídrico para la ciudad: “El agua no parece de mala calidad y les dijimos que la analizaron para ver si era potable. Además en ese momento estaban utilizando el barco para traer el agua”. Varios técnicos de la Ciudad se acercaron a la barriada a ver el agua embalsada pero no tuvieron nuevas noticias.
Moción de UDCE
El líder de UDCE, Mohamed Ali, solicitó el pasado viernes por la vía de urgencia la aprobación de un plan integral que dotará a la barriada de los servicios que históricamente se han venido reclamando. En la presentación de la moción habló del “verdadero lago” que había surgido en la barriada y la utilización de un recurso “que no se encuentra al otro lado de la frontera. No estamos hablando de un manantial en Beliones, es una posibilidad que tenemos aquí y que se debería estudiar”.
Ali El Hayek cuenta que algunos vecinos sabían de la existencia de manantiales como los que surten a la ciudad en Beliones mediante los contratos que mantiene la Empresa Municipal de Aguas (Acemsa). “Nos ha sorprendido el pantano que ha surgido de pronto y también pensamos que podría estudiarse. Probablemente, ante la escasez de la cantera, han comenzado a excavar para abajo y han tenido que alcanzar un manantial”.
Preocupación por la proliferación de mosquitos
El presidente de la barriada de Benzú, Mustafa Ali El Hayek, habló de las molestias que el agua embalsada ya provocó el año pasado a los vecinos: “Ya se notó que había bastantes más mosquitos que en otros veranos, no podíamos abrir las ventanas de la mezquita pese al calor que hacía. Por entonces la cantidad de agua era mucho menor de la que hay ahora, así que este verano nos espera algo mucho peor”. Con la llamada del agua, ha comenzado a proliferar fauna que aprovecha la noche para bajar del monte o que reside directamente en el embalse: “De momento hay más serpientes y es difícil dormir por el sonido de las ranas que han acudido allí. Todavía no se han visto jabalíes porque no alcanzar a bajar donde está el agua”, explicó Ali El Hayek. Eso sí, el agua que ha surgido al lado de la barriada “parece limpia” y algunos que la han probado “dicen que es agua dulce”.