Los efectivos del SEIS tuvieron que emplearse ayer durante más de dos horas para intentar controlar el fuego declarado en una de las laderas colindantes con la carretera de Benzú, a la altura de Calamocarro. La central del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento recibió la llamada de alerta a las 19:20 y trasladó hasta el lugar a
seis de los integrantes del retén de guardia a bordo de tres vehículos. Los trabajos de control se prolongaron hasta las 21:30, cuando las llamas se dieron por sofocadas y la zona fue refrescada para evitar que volvieran a prender los rescoldos.
El fuego acabó con unos 2.000 metros cuadrados de monte bajo y rastrojos y para apagarlo fue necesario utilizar unos 19.000 litros de agua. Los agentes del SEIS que intervinieron destacaban ayer que el viento de poniente que soplaba en esos momentos en la bahía norte complicó los trabajos y les obligó a emplearse con más intensidad, aunque las llamas en ningún momento llegaron a saltar a la carretera. Hasta el lugar, no obstante, se desplazaron varios vehículos de la Guardia Civil y de la Policía Local por si hubiese sido necesario interrumpir la circulación.
Las causas del suceso no se habían determinado ayer, aunque no se descarta que pudiera ser intencionado. El SEIS denuncia desde hace meses que los descuidos en el monte, unidos a las falsas alarmas, consumen buena parte de sus recursos, de su tiempo y del trabajo de sus efectivos.