El difunto, que despierta un gran cariño, recibe hoy sepultura a las 12.00 horas en el cementerio de Santa Catalina. La figura de Francisco José Fores Pecino no deja impasible a quienes tuvieron la oportunidad de conocerlo. Padre de tres hijos, dos fruto de su primer matrimonio y el último nacido en segundas nupcias con su actual esposa, Milagros, residía en el domicilio familiar en el que él mismo nació en 1964. “Es una familia muy querida en San Amaro”, reconocieron aquellos que se acercaron hasta la vivienda.
La unidad familiar del fallecido está compuesta en la actualidad por Milagros y el hijo de seis años de ambos; su hijastro Ángel J.P.G.; Pirri, su progenitor; y un vástago menor de edad que concibió con su primera mujer. El hermano mayor de éste último, quien tenía previsto celebrar su enlace nupcial próximamente, está emancipado. La comunidad de vecinos concibe a los Fores como parte de la gran familia de San Amaro, a la cual une el mar y las conversaciones de verano sentados a las puertas de las casas a pie de playa.
El gran cariño que despierta entre los residentes de la barriada movilizará a sus más allegados que ya ayer acudieron al Tanatorio Municipal para velar los restos mortales de Francisco. El funeral tendrá lugar hoy a las 12.00 horas en el cementerio de Santa Catalina. Sus seres queridos confesaron que su único deseo es que Francisco pueda descansar en paz después de 46 años de sacrificio por los suyos.
Pesca y bricolaje. Experto en samas y apodado McGyber: La clientela del Bar Chacón recuerda a Francisco José Fores Pecino como un buen pescador, no sólo en la playa de la barriada sino también en patera, una práctica a la que era aficionado. Experto en la captura del róbalo y la sama, añaden, todos coincidieron en su carácter afable. Otra de sus aficiones, el bricolaje, se manifestaba en la preparación de belenes o la reparación de averías que le surgían a a sus conocidos.
Empleado de Limpiasol. Un buen compañero desde 1985: El personal de Limpiasol, empresa de trabajos integrales de limpieza, comentó que el difunto era un buen compañero que trabajaba para este servicio desde 1985. En la oficina, los trabajadores reunidos ya conocían de su violenta muerte a través del testimonio de Jesús Muñoz, actualmente casado con la prima de Francisco. En las fotografías de la plantilla de Limpiasol siempre figura el vecino de San Amaro desaparecido. El resto de empleados, cabizbajos después de conocer los trágicos sucesos ocurridos en su propio hogar, confesaron que añorarán a su compañero. Según su responsable, estaba de permiso hata el próximo uno de junio, cuando se incorporaría a sus labores de limpieza en la zona portuaria. Antes de alcanzar esta fecha, Francisco ha perdido la vida. Junto a su esposa, Milagros, pasaron unos días en la Romería del Rocío, en Almonte, Huelva, ya que son aficionados a esta celebración. Esporádicamente, el fallecido trabajó en otros negocios de la ciudad ante la necesidad de reforzar un servicio a causa de las contingencias, según informaron a este periódico. Sus compañeros desean que descanse en paz.
Fervor religioso. Hermano de la Cofradía de Los Remedios: Francisco José Fores Pecino era hermano de la Real Cofradía del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora del Mayor Dolor, conocida popularmente como Los Remedios, en la que fue costalero y ocupó un puesto en la junta directiva con Juan Carlos Aznar, actual presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías de Ceuta. El difunto pertenece a esta Cofradía desde que tenía unos 18 años, señalaron algunos de sus hermanos. El fallecido en violentas circunstancias profesaba el fervor religioso y participaba en todas las actividades de devoción que organizaban sus conocidos, como es el caso de la creación de belenes, y su intervención activa en la Semana Santa. Los componentes de la Cofradía recordaron con cariño a Francisco e insistieron en apoyar a la familia en unos momentos tan difíciles. Sus hermanos trasladaron el más sentido pésame a los Fores y a su barriada.
La barriada que vio crecer a Francisco. Nació y cayó herido en su hogar: Incredulidad. Éste fue el sentimiento que predominaba entre los vecinos y conocidos de la familia que recibían la noticia a primera hora de la mañana. Hasta el domicilio en el que Francisco nació y cayó herido de muerte ha sido su hogar durante sus 46 años de vida. Todos en la barriada expresaron su conmoción y arroparon a los Fores en unos momentos tan duros. Su padre, apodado Pirri, fue uno de los grandes ausentes ya que se encontraba en el Hospital Universitario a la espera del desenlace de una operación urgente que no pudo recuperar al paciente. Las personas congregadas ante el número 2 de San Amaro lloraron la pérdida de un hombre al que calificaron de “honrado, humano y humilde”, quien quedó huérfano de madre cuando tenía dos años y “siempre se esforzó para conseguir lo mejor para los suyos”.