Un Encuentro cargado de emoción para el 75 aniversario

Plaza de África repleta de gente, las últimas claras del día y El Novio de la Muerte. Es una combinación que, año tras año, ha dado carácter al Martes Santo.

Ayer, una vez más, se volvieron a unir para crear un momento mágico en el que liturgia y tradición se dan la mano para propiciar una escena presidida por Nuestro Padre Jesús Nazareno y Sacratísima Virgen de la Esperanza. A este momento único se le añade la conmemoración de un 75 aniversario que lo hace perfecto.
La bonita noche que se había quedado propiciaba un escenario idóneo para que la Hermandad realizara una buena Estación de Penitencia y también para que los ceutíes pudieran disfrutar de una de las corporaciones penitenciales más señeras de la ciudad autónoma.
La Estación de Penitencia del Martes Santo se convirtió en un momento inigualable para celebrar el 75 aniversario fundacional de esta corporación en compañía de los ceutíes que año tras años son fieles a este momento.
La procesión dio comienzo a las ocho de la tarde, 15 minutos antes que el año anterior, pero mucho antes el ambiente cofrade inundaba las céntricas calles ceutíes en lo que sería la antesala a una gran noche. Cuando la Cruz de Guía se encontraba en la puerta para iniciar así la Estación de Penitencia ya era difícil encontrar un lugar privilegiado para seguir de cerca el tradicional ‘Encuentro’. Llegado este momento, a las nueve de la noche, hasta la Carrera Oficial (Gran Vía) se encontraba repleta de ceutíes para ver a los sagrados titulares de esta Hermandad.
Una vez más, el Cristo estuvo acompañado musicalmente por Cornetas y Tambores del Tercio Duque de Alba II de la Legión, mientras que al paso de palio le seguía la Banda de Música Ciudad de Ceuta. Estas dos corporaciones musicales forman la ‘pareja perfecta’ que Martes Santo tras Martes Santo ha impregnado las calles ceutíes de ambiente cofrade.
Las dos cuadrillas pusieron de manifiesto lo aprendido en los ensayos con una gran actuación en el recorrido. Éstos estaban capitaneados por Andrés Peña –el paso del Cristo– y Ángel Sotomayor –en el palio–, dos capataces muy experimentados que llevan dirigiendo durante años estos dos pasos.
La principal novedad que ha presentado este año la Hermandad es la restauración de la Sacratísima Virgen de la Esperanza, una labor del cordobés Antonio Bernal Redondo, así como la marcha Salve Reina de mi Esperanza, compuesta para la Virgen por José Miñano.
La procesión sirvió como si del principal acto del 75 aniversario se tratara, ya que el pueblo ceutí volvió a estar con esta Hermandad, en esta ocasión en un año muy importante.
Los fieles estuvieron con los sagrados titulares durante toda la Estación de Penitencia hasta despedirse de ellos, aunque este año la espera será más corta debido a que esta corporación penitencial trabaja en la salida extraordinaria de la Sacratísima Virgen de la Esperanza para el mes de septiembre, con motivo del aniversario fundacional de esta Hermandad.