La inmensa mayoría de la población israelí detiene por completo su actividad como muestra de respeto a la memoria de las víctimas de la "Shoá" (Holocausto, en hebreo).
En Ceuta la Comunidad Israelita mostró ayer su respeto hacia las víctimas en la plaza de la Constitución para, en un sencillo pero emotivo acto, donde se recordó a los suyos con el encendido de unas velas, el rezo de una oración por el rabino de la sinagoga ceutí Yamín Bitán y la lectura de un manifiesto en el que se recordó la importancia que tuvieron decenas de españoles que, con su empeño, consiguieron burlar la estrecha vigilancia de los nazis y colaboraron en la evacuación de judíos de los países centroeuropeos.
Jacob Hachuel, como portavoz de la Comunidad Israelita, fue el encargado de la lectura de un texto en el que se aludía también a la reaparición el pasado jueves en las librerías alemanas “con la honrosa excepión de Baviera”, apuntó, de ‘Mein Kampf (Mi lucha) el libro en el que Hitler adelantaba la “pesadilla” que ayer se conmemoró. “Pero si el Holocausto pudiese ser conmemorado por una moneda, ésta tendría dos caras opuestas: De un lado estaría representado el exterminio industrial de 6 millones de personas, y, del otro, el heroísmo de los que, no siendo judíos, arriesgaron sus vidas, la de sus seres queridos, y todas sus pertenencias para salvar la vida de los judíos condenados a muerte por el régimen nazi”, leía Hachuel, ante una nutrida representación de la comunidad hebrea que estuvo acompañada por miembros del Gobierno local , así como ciudadanos que quisieron sumarse espontáneamente a este recordatorio.
“La gesta de nuestros paisanos nos devuelve la confianza
en el ser humano”
Hachuel relató brevemente la gesta de un grupo de españoles, funcionarios en embajadas y consulados en Bucarest, Budapest, Sofía o París que “con artimañas y picaresca propias del Lazarillo de Tormes” salvaron la vida a miles de hebreos. Eduardo Propper de Callejón, Miguel Angel Muguiro, Julio Palencia,José de Rojas y Moreno, Bernardo Rolland de Miota, Sebastian Romero Radigales, José Ruiz Santaella y su esposa Carmen, Giorgio Perlasca o Angel Sanz Briz. “La gesta de tantos paisanos nuestros nos devuelve la fe en el ser humano”, leyó. “Recordarlos nos produce una singular emoción pues su coraje y digno comportamiento en aquellos años”. Algunos de ellos ya han sido justamente reconocidos por el Estado de Israel.