Los trabajos de la Escuela Taller que rehabilita en antiguo MerCado del Príncipe avanzan según lo previsto y la Ciudad garantiza su equipamiento y funcionamiento
Se está terminando la cubierta del tejado y las previsiones son que a finales del próximo año los mayores de la barriada del Príncipe llenen de vida el antiguo mercado de abastos de la barriada, inutilizado desde hace años. Los alumnos del taller de empleo que se ocupan de llevar a cabo los trabajos, una veintena de jóvenes menores de 25 años entre los que se encuentran cuatro mujeres, ya saben levantar muros tras culminar los seis meses de teoría y comenzar las prácticas en un lugar en el que antes la vida de Príncipe Alfonso se acumulaba en su interior. Decenas de puestos seguirán con la estructura intacta porque los pilares son la base que sustenta el edificio y no pueden eliminarse esos muros de carga. Al frente de esa veintena de chicos, un arquitecto y dos monitores con conocimiento en albañilería y fontanería y un vigilante que procura que el edificio y el avance de los trabajos continúen sin percances del exterior como por ejemplo, ha pasado en el antiguo Fuerte donde los hurtos de material y robos estaban a la orden del día.
Pero algo que preocupa a los vecinos y lo manifestaron al iniciarse los trabajos del taller, es que finalmente el edificio se rehabilite y no se lleve a cabo el proyecto pleno. Esto es, convertirlo en un centro de día para el disfrute de los más veteranos de la barriada, hombres y mujeres. Por parte de la Ciudad la responsable del Área de Asuntos Sociales asegura que los vecinos no tienen que preocuparse por la posibilidad de que tras la conclusión de las obras todo se quede olvidado como ha sucedido con La Sirena. “Lo equiparemos y llevaremos a cabo actividades para que sea utilizado ya que lo han pedido en numerosas ocasiones y trabajaremos con la Asociación Vecinal sobre la mejor forma de darle vida al edificio”. Por la idiosincrasia de la barriada, aún no se ha pensado en si se harán actividades conjuntas, por separado entre hombres o mujeres o incluso de carácter mixto. “Eso lo analizaremos más adelante y se harán los planteamientos de trabajo”.
Lo que está claro es que el objetivo prioritario de este programa, subvencionado por el SEPE con 706.000 euros y donde la Ciudad funciona como una empresa colaboradora, es que los alumnos salgan formados de manera multidisciplinar y que eso les sirva para incorporarse al mercado de trabajo aunque durante estos dos años se les ha realizado un contrato de formación por el que cobran el 75% del sueldo base. Y además, se dotará a la barriada de un nuevo instrumento y recurso social, en este caso enfocado a los más mayores, para que puedan disfrutar de él.