La denominada Batería y Cuerpo de Guardia de la Torrecilla se asoma a la playa de la Potabilizadora con aires de ser todo un BIC (Bien de Interés Cultural) aunque acomplejado por la dejación en que se encuentra atrapado. Repleto de basuras, hoy por hoy ha quedado convertido en una pequeña escombrera que está acentuando aún más su degradación. La asociación en defensa del patrimonio cultural, Septem Nostra, ha advertido de la necesaria actuación institucional para, simplemente, salvar la riqueza patrimonial que queda.
“Es lamentable el estado que presenta este inmueble a pesar de estar declarado Bien de Interés Cultural, la máxima figura de protección que contempla la vigente ley 16/85 de Patrimonio Histórico Español. Y no se trata de una situación nueva. Lleva en esta situación muchísimos años. En este caso, la Administración competente es la central y ésta debería implicarse mucho más de lo que lo hace en la protección y conservación del patrimonio cultural ceutí”, advierte Septem Nostra.
Hasta hace bien poco un italiano trotamundos había convertido este BIC en su vivienda particular. Allí residía junto a varios perros. Era un okupa pero, al menos, mantenía limpio y decente el lugar. Al estar ocupado en una zona de dominio público marítimo terrestre, el servicio de Costas de la Delegación del Gobierno abrió un expediente para expulsar a esta persona de la torre. Y así se hizo. Ahora no hay okupas pero la mole de basura es cada vez mayor. Septem Nostra recuerda que el mantenimiento y conservación de esta fortificación depende de la Dirección General de Costas y, por delegación, del área de Fomento de la Delegación del Gobierno. El hecho es que hoy por hoy no se actúa y cualquiera que acuda a visitar la playa de la Potabilizadora se puede topar con este basurero que poco a poco se está comiendo el BIC.
“De igual modo, la Ciudad Autónoma ha incumplido la ley al no redactar y aprobar el correspondiente Plan Especial de Protección del conjunto histórico al que pertenece la Batería de la Torrecilla. Lo más urgente sería limpiar su interior y cerrar de forma adecuada todos los accesos al interior de la torre. Hecho esto consideramos preciso la redacción de un proyecto de restauración de esta torre y de la muralla que cierra la playa. Algunos tramos de esta muralla se han perdido o están en un avanzado estado de degradación”, señala la asociación.
La propuesta que hace Septem no debe caer en saco roto, toda vez que la Ciudad y la Delegación deben preocuparse, en la parte que les corresponde, de cumplimentar la tarea de proteger lo que simplemente es historia.
“Este paraje”, añade la asociación, “es uno de los más bellos de Ceuta y merecería un especial cuidado y mimo por parte de las administraciones, las mismas que dicen apostar por el turismo cultural como alternativa a nuestra maltrecha situación económica”.
Este elemento forma parte del Conjunto Histórico del Recinto del Hacho, concretamente en las fortificaciones del lado este. Según algunos autores, la torre es de época medieval y fue integrada a principios del siglo XVIII en la muralla de la llamada Playa de la Torrecilla de la que esta fortificación toma el nombre. La construcción de esta muralla que cierra completamente la playa se enmarca dentro del proceso de refortificación de la ciudad que se emprendió cuando comenzó el cerco de Muley Ismail en 1694. Al ser un punto vulnerable y susceptible de posibles desembarcos enemigos se decidió cerrar la playa con este muralla para impedir el acceso de tropas enemigas.
La historia es el tesoro que, sin gasto alguno, podemos trasladar a las generaciones venideras. Ceuta está salpicada de multitud de ejemplos que esconden pasajes vividos por quienes nos precedieron. La asociación llama la atención a las autoridades para que cuiden lo que otros nos cedieron para que no muera.
La intrahistoria en forma de bienes patrimoniales
La historia encarnada por aquellas generaciones que vivieron en Ceuta queda reflejada en los bienes patrimoniales que aún se conservan en la ciudad. Mantenerlos en buen estado de conservación es una manera de tenerla viva, de ahí que la asociación Septem Nostra llame la atención sobre la necesidad de evitar la degradación de este tipo de bienes. Si el pasado fin de semana solicitaban que se diera un uso a la Sirena de Punta Almina, toda vez que tras su arreglo está siendo objeto de atentados vandálicos, ahora ponen el acento en este BIC de la playa de la Potabilizadora. Ya antes solicitaron que se tapiara el BIC ubicado en el solar que ocupará la futura Comandancia de la Guardia Civil. Petición que se atendió.