“Me dieron el coche a las diez de la mañana y tenía que salir en el
barco de Ceuta a las 10.30. Me metieron los kilos en el depósito, pero pensaba que iban a ser menos”. Así empezaba su relato A.H.H.A., un hombre de 56 años que se enfrenta a una pena de 4 años de prisión después de ser sorprendido en el puerto con 58 kilos de
hachís ocultos en el vehículo que conducía. Politoxicómano, entrado en años, enfermo... manifestó que le iban a pagar 500 euros por pasar el coche de Ceuta a Algeciras; dinero que aceptó rápidamente al ser consumidor de drogas y verse cegado por una obtención económica que se presumía rápida y fácil. En la zona de embarque los agentes de la
Guardia Civil no tardaron en hallar la droga. Como narró esta mañana en el
juicio seguido por esta causa en el Juzgado de lo Penal número 1 un componente del Instituto Armado, la mercancía, valorada en más de 91.000 euros, estaba en el maletero, justo en el hueco donde se guarda la rueda de repuesto. Allí la encontraron los agentes el 12 de mayo de este año, procediendo al arresto inmediato del acusado, que no ha querido aceptar una conformidad de 3 años y 8 meses que le habían ofrecido porque, insistió, le habían engañado.
“No sé quién iba a meter la droga”, resaltó. Solo que una vez desembarcada en Algeciras la iban a transportar a Sevilla, pero este último trayecto no le competía. Él se llevaría 500 euros por ser el cabeza de turco necesario en el filtro de seguridad habilitado en el puerto. Parado, consumidor habitual de drogas -de hecho cuando aceptó el ‘trabajo’ dijo que estaba “endrogado”-, su Defensa pidió la absolución al presentarlo como una víctima de un engaño, ya que el dueño del hachís introdujo más cantidad y se aprovechó de su situación personal. La Defensa hizo hincapié en que el vehículo en donde estaba escondida la droga no era de su patrocinado, pero ni siquiera ese detalle fue investigado al objeto de que pudieran caber otras incriminaciones. Dibujó a su cliente como una persona en “grave exclusión social” que cometió un delito “por engaño”. Fiscalía por su parte solicitó que se le impusieran 4 años de prisión al haber suficientes elementos de prueba, entre ellos la propia declaración del acusado que en el acto de juicio oral reconoció haber pasado la droga y haberse prestado a la comisión de un delito contra la salud pública.
El juicio ha quedado visto para sentencia.