La
prisión de Ceuta ha despedido al compañero José Antonio Albarracín Menacho, que este miércoles ha cumplido con su último servicio en el centro de Mendizábal tras una carrera de 43 años en la institución, habiendo pasado por la vieja cárcel de Los Rosales hasta la actual. Los últimos 12 ha estado en la Oficina de Gestión del Centro Penitenciario de Ceuta. Los compañeros le han dado una despedida a las puertas de la penitenciaría.
Además, un día antes, el martes, el equipo directivo le hizo entrega de una placa de reconocimiento y agradecimiento por la labor prestada como funcionario del cuerpo de ayudantes de instituciones penitenciarias. Se cumple así con una etapa laboral de peso en la cárcel, en donde los compañeros constituyen una gran familia en la que se comparten momentos muy importantes en sus vidas a la par que delicados. Albarracín pone el broche a su carrera con la jubilación, como antes lo hicieron otros compañeros y como les tocará a los que prestan servicio en la cárcel, atendiendo a la población reclusa y compartiendo unos momentos que son delicados para los hombres y mujeres que están privados de libertad. Los compañeros de Albarracín así como el equipo directivo han querido mostrarle así su gratitud y apoyo en este fin de la carrera profesional.
En Ceuta se pasó de la prisión de Los Rosales, en una de la cárceles más antiguas de todo el país, a la de Mendizábal, en donde se ha podido adecuar a toda la población reclusa en unas instalaciones mucho más modernas, mejoras, equipadas de manera adecuada y donde el trabajo se puede llevar a cabo de mejor forma tanto para los propios presos como para los funcionarios. El ahora jubilado prestó servicio en ambas durante toda su etapa profesional en nuestra ciudad.