La Unidad Logística 23 (ULOG-23) de Ceuta ha protagonizado la tarde de este jueves un arriado de bandera en la Plaza de África, acompañado de un homenaje a quienes dieron su vida por España. Esto con motivo del Patrón del Cuerpo de Especialistas, Escala Auxiliar de Especialistas, Especialidad Logística y Agrupación de Especialidades Técnicas.
El acto, denominado el toque de oración, no ha estado presidido por el comandante general de Ceuta, sino que ha estado a cargo del coronel D. Jorge Agelet de Saracibar Bosch.
Minutos antes de la cita, que ha comenzado a las 18.30 horas, la Unidad se ubicaba frente al Hotel La Muralla, la comisión formada delante de la Comandancia General, y el personal designado para armar la Bandera a pie de mástil y los portacorona en la puerta de vehículos.
Origen del Toque de Oración del Ejército Español
Desde la COMGECEU han recordado que "corría el año 1503 cuando se produjo la batalla de 'Ceriñola', en la que se enfrentaron las tropas españolas y francesas. En la que se produjeron más de 4.000 muertos en la parte francesa y 100 en la española".
Asimismo, han rememorado que una vez finalizada, "el comandante de nuestras fuerzas españolas, Gonzalo Fernádez de Córdoba, 'el Gran Capitán', al observar el campo lleno de cadáveres franceses, ordenó que ese día, a la puesta del sol y en lo sucesivo, se dieran tres toques de atención prolongados, para que todos rezaran por los muertos caídos en la batalla".
Han recalcado que "a lo largo del siglo XVI y principios del siglo XVII, se extendió esa costumbre a todas las unidades españolas, siendo desde entonces que, en todas las instalaciones militares, el toque de oración se interpreta diariamente después de haber arriado la Bandera, y al ponerse el sol, para homenajear a los soldados que han dado su vida por España. Con este toque finaliza el día militar".
Gracias al director de "EL FARO" y a todo su equipo por este magnífico reportaje.
Desde Tenerife, a mis 84 años. aún se me pone la carne de gallina, al oír, sobre todo, el toque de oración.
Durante cinco años tuve el mando de la, entonces, AALOG-23, y fueron los mejores de mi vida.
Mi recuerdo más cariñoso a nuestra Compañía de Mar, de donde aún recuerdo de mis años de niño
al cabo Ramón Barrientos (luego Capitán) y al teniente Bueno, padre de Bueno Bianquettí ¿me equivoco?
Un fuerte abrazo a todos y seguir en ese camino ¡Por España!