La Comisión Europea “está al corriente” de “las actividades relacionadas con el petróleo ruso en el Estrecho de Gibraltar, cerca de Ceuta, concretamente el aumento de los transbordos entre buques que se llevan a cabo en aguas internacionales” que el pasado mes de febrero llevaron a la Capitanía Marítima de la ciudad autónoma a alertar a varias empresas locales de las sanciones a las que se podían exponer si prestaban cualquier tipo de apoyo logístico a esos trasvases.
En su respuesta a una pregunta por escrito de tres eurodiputados españoles, la comisaria de servicios financieros de la Unión Europea, Mairead McGuinness, ha asegurado que la Comisión no es ajena a esas operaciones y que “está vigilando de cerca la elusión de las sanciones de la UE, ya que los buques transfieren petróleo en el mar varias veces para ocultar su origen, y se intenta ocultar sus movimientos apagando los rastreadores de satélites o transmitiendo coordenadas falsas”.
La institución que ostenta el poder ejecutivo en la UE ha “celebrado las medidas adoptadas por las autoridades competentes de algunos Estados miembros “que restringen y prohíben el acceso a los puertos a buques que realizan transbordos sospechosos de productos petrolíferos rusos”.
En paralelo “está colaborando estrechamente con las autoridades nacionales competentes, incluidas las portuarias, para hacer frente a los riesgos de elusión”, así como “hablando con terceros países para plantear la cuestión a través del enviado de la UE en materia de sanciones”.
Según los datos de la compañía Vortexa, en el entorno de Ceuta se han llegado a mover 180.000 barriles de crudo al día con trasvases entre barcos fuera de las aguas territoriales que llegan hasta 12 millas de la costa, pero dentro de la zona de influencia de España.