“Tuvimos que salir corriendo, sin saber qué pasaba”

Todavía lleva las zapatillas de andar por casa puestas. Unas zapatillas rojas, con el Mickey Mouse en la punta. Su imagen chocaría cualquier otro día, pero el ayer era distinto. Esa mujer acababa de pasar toda la noche en vela, acababa de terminar de ‘repartir’ a sus hijos en los distintos colegios, acababa de recuperar la tranquilidad y ahora esperaba, justo enfrente del garaje comunitario, el momento de saber si realmente su coche era uno de los afectados.

“Tuvimos que salir corriendo, cuando pegaron en la puerta... no sabíamos qué pasaba, estábamos todos los vecinos igual”, confiesa. La noche se hizo larga contemplando las labores de los Bomberos, recibiendo las mantas de Cruz Roja y repitiendo la misma pregunta: ¿qué hay detrás de todo esto? Algunos mentaban el reciente reportaje de ‘Callejeros’. “¿No serán esos que salían diciendo que quemaban coches los que han hecho esto?”, preguntaba. La  Policía, al lado, trabajaba en sus hipótesis, las mismas que llevan meses e incluso años manejando y que se centran, sobre todo, en las chatarrerías y talleres y en el comercio  negro que podría existir detrás de los robos, en torno a la compra y venta de material.
Durante los momentos del desalojo se vivieron situaciones tensas, como la protagonizada por una vecina incapacitada que tuvo que ser trasladada entre varias personas en una silla de ruedas ya que no podía andar, o las de los niños y bebés sacados de sus camas y que respondían con lloros a la situación que les estaba tocando vivir. Mascotas en la calle, también. Y algunos con lo puesto y algo más por si las moscas. “A las cinco y media o seis nos dejaron subir, pero para coger las cosas, la ropa... y volvimos a bajar”, narraba una vecina. Otra recordaba cómo había colocado toallas húmedas por debajo de la puerta para evitar que entrara el humo a sus casas. Esa era la recomendación que le habían hecho los bomberos. Había incluso vecinos que ofrecían sus casas a los afectados así que hubo quienes, ante la falta de familia a la que llamar, acudieron a quien ofrecía su vivienda aún sin conocerse. El calor provocado por las altas temperaturas impedía la entrada en las casas. De hecho la Policía Científica no pudo entrar hasta pasada la una de la tarde, debido a esas altas temperaturas acumuladas.
¿Qué cómo pasaron los vecinos esa noche? Todos decían lo mismo. “Imagínate, sin saber qué está pasando. Te coge en pleno sueño y tienes que salir a la calle, con lo puesto, sin saber si es tu coche el que han quemado y preguntándote por qué”, apuntaba Antonio. En el recuerdo , los vecinos de Parques de Ceuta que se vieron afectados por otro incendio, el pasado año. Ahora les tocaba a ellos.  En el garaje había 630 vehículos en total, pero sólo se vieron afectados los 8 coches y dos motos, todos ubicados en la primera planta. Conocer su ubicación ayudaba a los presentes a hacerse una idea de si eran víctimas.
En el lugar de los hechos se personó representantes de la gestoría Albert para hacer el oportuno informe sobre los daños. Ayer mismo la comunidad presentó denuncia en la Jefatura Superior, un trámite necesario para poder, luego, buscar una responsabilidad civil a cargo de los seguros oportunos. Una familia no pudo volver a su apartamento y sigue alojado en el Tryp al haber daños en el forjado de su vivienda.

En datos

Más de 20 coches de policías o guardias civiles en el garaje
¿A por quién iban?
Esa era una de las preguntas que se hacían desde el primer momento. En cuanto se fueron conociendo los datos de los dueños de los vehículos, se vio que la venganza hacia miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad no parecía ser la tesis dominante. De los 630 coches que hay en este aparcamiento, más de 20 pertenecen a policías o guardias y ninguno se vio afectado. Así que parece cobrar peso la segunda teoría, la del robo. A diferencia de la quema del otro garaje de Parques de Ceuta en donde el incendio comenzó y se centró en el coche de un agente de la UDYCO, en el episodio de ayer no aparecieron los mismos ingredientes para llegar al producto final. Las sospechas, tal y como se apunta en la información de las páginas 2 y 3, se centran más en autores de un robo y se trabaja sobre los datos de una motocicleta y sobre las sospechas hacia un adulto y su entorno.

El presidente de los vecinos, Andrés Durán
De nuevo Andrés Durán tenía que hablar sobre un incendio provocado en Parques de Ceuta. Hacía unos meses él sufría en primera persona la misma situación, siendo uno de los vecinos desalojados. Ahora, como presidente de la barriada, se solidarizaba con los afectados en esta fase, la segunda. Satisfecho por la rapidez con la que funcionaron todos los servicios, recibía in situ las manifestaciones de los vecinos. Éstos mostraban su temor por lo ocurrido y se preguntaban qué estaba pasando. Lo mismo que se pregunta Durán, porque es la segunda vez en la que sienten el fuego en sus carnes y por más vigilancia que pueda haber no se alcanza el objetivo. Los vecinos se sienten “vendidos” e incluso ya se extiende la psicosis de que habrá una tercera vez. El propio Durán decía que incluso habría que cambiar el nombre de Parques de Ceuta por el de barriada de “la unidad y la paz” porque es lo que los vecinos quieren. Los vecinos consideran que lo ocurrido es un acto de terrorismo y están muy preocupados por los daños en la estructura del edificio que haya podido causar el incendio.

Los daños todavía no se saben
La gestoría estaba trabajando ayer en la elaboración del informe para saber los daños concretos que se han provocado. Hay que conocer si se darán daños en la estructura del edificio y hacer frente a las grietas que han aparecido. Se pone en marcha el reloj para resolver los mismos problemas que ocurrieron en la primera fase de Parques de Ceuta, en donde se ha tardado semanas en volver a la normalidad. Los garajes ofrecían ayer la misma imagen que en su día ofrecieron los ubicados en la primera fase. Al margen están las acciones que de manera independiente están haciendo los vecinos para resolver los problemas que hay en sus casas. Cada uno se preocupaba por avisar a sus seguros correspondientes ya que en el interior de las viviendas se produjeron daños por la entrada del humo. Las tareas se centraban más en la limpieza y el pintado de las zonas más afectadas sobre todo en las viviendas más bajas y cercanas al foco de incendio.

La primera visión del garaje, por dentro

Fue pasada ya la una de la tarde cuando se pudo tomar esta primera imagen del interior del garaje. Hasta ese momento se había evitado tanto la entrada de periodistas como de la propia Policía debido a lo peligroso del momento y a las elevadas temperaturas alcanzadas. Así pudo verse el estado de los coches afectados, todos aparcados en la misma planta. Una plaza de garaje vacía posibilitó que las llamas no fueran a más. La bola de fuego fue impresionante, pero también la humareda que salía de los garajes y que no dejaba ni ver a los bomberos ni respirar a los vecinos.

Antonio, de víctima a bombero en un minuto

A Antonio (en la fotografía) le tocó el incendio en su casa, durmiendo. Esta vez, este bombero de profesión no estaba de servicio aunque poco tardó en ponerse manos a la obra y ayudar a sus compañeros a hacerse una composición de lugar. Lo mismo que hizo Iñaki, otro vecino y también bombero, al que le tocó vivir en sus propias carnes una quema. Abrieron las claraboyas para la salida de humo y ayudaron a sus compañeros en ese particular dibujo de cómo era la situación con la que se iban a topar. Ambos coincidieron en lo complicado del suceso.

El dueño del primer coche quemado

Este vecino de la fase afectada es el dueño del primero de los coches que resultó afectado por las llamas. Su mujer y él intentaban averiguar los datos de la Policía para saber los daños. Junto con sus tres hijos de corta edad habían salido de su vivienda, como los demás vecinos. Su vehículo quedó completamente destrozado. El de otro vecino, también, aunque, decía, lo tenía a todo riesgo. No todos los afectados podían asegurar lo mismo y se lamentaban de la impunidad que se está dando en este tipo de situaciones. Toda la vida trabajando, para esto, decían.

En detalle

Sin luz, sin agua y con un garaje destrozado

Destrozado quedó el garaje debido a las llamas que allí se generaron. Los techos de escayola cayeron debido a las altas temperaturas y el hormigón sufrió daños ya que se alcanzaron los 1.000 grados. La situación dentro era la de un horno, y los bomberos lo pasaron francamente mal para sacar adelante su trabajo. En esta imagen se puede ver el estado de la instalación. Se pudo sacar en los cinco minutos que las fuerzas de seguridad permitieron la entrada, debido a las malas condiciones de la infraestructura. De hecho los dueños de los coches no podrán entrar hasta hoy, para atender las medidas de seguridad básicas. Los vecinos más afectados tenían falta de luz y de agua en el suministro debido a las deficiencias que se produjeron precisamente por el calor. Hasta las dos de la tarde no dejó de bajar la temperatura, por eso los agentes de la Policía Científica tuvieron que ralentizar su trabajo y la recogida de pruebas posibles en el interior del escenario de los hechos.

En busca de las pruebas que quedan

La investigación de los incendios resulta complicada. Cuando llega la Policía se han podido perder muchas pruebas debido a que antes han entrado los bomberos y han utilizado agua y espuma que arrasa con restos importantes. Pero no se puede obrar de otra manera. Esta es una de las principales quejas que nacen del entorno policial, pero que se sitúan dentro de una forma de trabajo complicada. Desde el año 2009 se están produciendo incendios en cadena. Más de 600 coches han sido quemados y se ha actuado también en el interior de garajes siendo los más dramáticos los que han sucedido en Galea y en Parques de Ceuta, debido al obligado desalojo de los vecinos. Hace escasamente un mes la Policía difundía la detención del presunto autor de la quema de Galea. ¿Se había terminado con todo? Se ve que no, que con el presunto autor entre rejas quedan más personas que provocan este tipo de atentados.

Hablando con los vecinos... y enojando a Jose Carracao

El delegado del Gobierno acompañado del jefe de gabinete visitó a los vecinos afectados y éstos les manifestaron su gratitud por la atención de las unidades desplazadas pero también le indicaron la necesidad de que se termine con este tipo de atentados. González Pérez habló además con los agentes policiales que estaban en la zona y con el jefe de Bomberos, Manuel Gentil. Por cierto que horas después era el propio secretario general de los socialistas ceutíes, José Antonio Carracao, el que se encargaba de contestarle tras conocer las manifestaciones hechas por González Pérez en rueda de prensa. Se refería a las alusiones del delegado sobre que ahora había cambiado el delegado del Gobierno y que, por tanto, se iban a seguir otras directrices distintas en las investigaciones. Carracao recordó que el que es competente para investigar y perseguir la comisión de delitos es el jefe superior de Policía, José Luis Torres, y no el delegado del Gobierno. Carracao, que durante la anterior legislatura fue asesor del entonces delegado del Gobierno, José Fernández Chacón, pidió a González Pérez que se comportara como un delegado en lugar de realizar comparecencias "de alto perfil político, y declaraciones grandilocuentes", apuntó. "Lo que debe hacer un delegado del Gobierno es estar ahí por lo que consiga, por sus gestiones, no como político, que ya lo ha sido, sino como representante de la institución", añadió.
Carracao, que se solidarizó con las familias afectadas por el incendio y que mostró su total apoyo y respaldo a las autoridades y a la labor de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, consideró que, con sus declaraciones, el delegado del Gobierno lo que estaba haciendo no era sino "insultar el trabajo" que hasta ahora han venido llevando a cabo estos mismos agentes "porque estoy seguro que lo siguen haciendo con el mismo interés e inquietud que antes". El delegado dijo, por cierto, que los policías y guardias siempre han trabajado bien pero que ahora tienen otras instrucciones para alcanzar los objetivos de forma más pronta.