La investigación en Ceuta sigue dando pasos adelante. Un estudio de la Universidad de Granada (UGR) que ha contado con el apoyo del departamento de Enfermería de la Facultad de Ciencias de la Salud de la ciudad autónoma concluye que los hombres que trabajan de noche tienen más posibilidad de desarrollar cáncer de próstata. Un 73% más de riesgo.
La profesora Macarena Lozano, del campus ceutí, es una de las colaboradoras principales de esta investigación que ha sido publicado en la revista ‘International Journal of Environmental Research and PuFblic Health’.
La propia Lozano ha sido la encargada de divulgar este avance científico. “Los hombres con un cronotipo nocturno, que se acuestan tarde y se levantan tarde, y que además realizan un trabajo rotatorio, se enfrentarían a un mayor riesgo de sufrir cáncer de próstata”, detalla esta profesora.
De este modo, se destaca que profesionales de la industria, panaderos, sanitarios, vigilantes de seguridad o agentes de las Fuerzas y Seguridad del Estado, periodistas, camioneros o encargados de transporte de mercancías pueden ser algunos de los sectores que por trabajar de noche se exponen a una mayor probabilidad de padecer cáncer prostático.
El estudio señala ese 73% más de riesgo oncológico de próstata en los varones con empleos rotatorios y turnos de trabajo nocturno respecto a quienes hacen su labor en turnos diurnos.
La importancia del cronotipo
Las tendencias vitales, las rutinas son la clave de esta investigación. Lo que se conoce como el cronotipo, es decir, el hecho de que una persona tenga un día a día con mañanas en las que se levanta temprano, realiza su actividad en horario diurno y luego se acuesta frente a los que hacen su vida por la noche. Es la característica principal para situar esta diferencia de riesgo.
Hay que tener en cuenta que el cáncer de próstata es una enfermedad muy prevalente y con una alta incidencia. “Entre los varones españoles se sitúa en la primera posición en incidencia”, detalla la profesora del Departamento de Enfermería de Ceuta.
Lozano concluye además que “el mayor problema es que, hoy en día, solo conocemos factores de riesgo no modificables, como la edad o la raza. Ante dichos factores no podemos intervenir para la prevención. Por ello es importante identificar factores diferentes y modificables, como es el caso de los turnos de trabajo”.
Este trabajo científico está enmarcado en el proyecto ‘Caplife’, cuya investigadora principal es la profesora Rocío Olmedo. Así tras la publicación en una revista internacional se ha procedido a la defensa de la tesis doctoral, dirigida por los profesores Jose Juan Jiménez-Moleón y Rocío Olmedo-Requena, de Macarena Lozano Lorca.