En la vida hay personas que nos dejan un recuerdo entrañable. Una de esas personas es el coronel D. Juan Moreno Bogajo, jefe de la Comandancia de Ceuta a principios de los años 90. Era un hombre educado, buen profesional, mejor persona y, sobre todo, un buen Guardia Civil. Sin embargo, no son estas cualidades las que me lleva o mejor nos llevan a recordarlo. Hoy, lo recordamos por la implantación en esta Comandancia de turnos de trabajo, algo que veinte años después, no está implantado en la Guardia Civil.
A principios de los años noventa, el coronel Moreno Bogajo implantó en Ceuta un turno de trabajo impensable en aquellos años, dando un salto cualitativo en la calidad de vida de los guardias civiles y sus familias. Se trataba de hacer dos mañanas, dos tardes, dos noches para disfrutar después de saliente de noche y dos días libres.
Él, junto a otra persona entrañable, el capitán Calle, hicieron posible lo imposible y no fue nada fácil en una Institución muy reacia a los cambios.
Dicho así, puede que no lo vean como un gran logro, pero veinte años después, una de las principales reivindicaciones de la Asociación Española de Guardia Civiles es la implantación de turnos de servicios para una mejor conciliación de la vida laboral y familiar. Una turnicidad que disfrutan los policías nacionales, policías locales y autonómicos, además de los sanitarios y servicios de emergencias.
En aquellos años no había ninguna instrucción en la Guardia Civil que impulsara la conciliación de la vida familiar y laboral, incluso me atrevo a decir que ese concepto tan empleado ahora no existía en la sociedad y mucho menos en la administración. Hoy, la ley Orgánica que regula los derechos y deberes de los guardias civiles emplaza a la Institución a impulsar la conciliación de la vida familiar y laboral, pero poco camino se ha recorrido desde su aprobación en 2007.
La turnicidad es una de las reivindicaciones que AEGC plantea en cada una de las reuniones que mantenemos con los responsables del Cuerpo y en las convocatorias del Consejo de la Guardia Civil, porque estamos hartos de excusas, de unidades pilotos, de ver pasar el tiempo sin que los guardias civiles puedan organizar los días que pueden recoger a sus hijos al colegio, tener una cita medica o disfrutar un día de ocio con su familia, porque no tienen una previsión del servicio.
"Un emocionado recuerdo de gratitud y cariño a estas dos maravillosas personas de profesión Guardia Civil"
Históricamente los avances en la Guardia Civil siempre han sido tachados de imposibles por los que tenían la responsabilidad en la Institución. Era imposible que pudiéramos tener una jornada de ocho horas, cuando se hacía ocho horas de servicio y ocho horas de descanso. Era imposible el día de descanso semanal. Era imposible una jornada de 37’5 horas. Era imposible, pero se ha conseguido. Siempre los últimos, pero se ha ido consiguiendo, porque poner palos en las ruedas ralentiza el movimiento, pero al final se avanza y se llega a la meta. Una meta que pone en evidencia la falta de compromiso de los que tienen la obligación de, como dice la norma, velar por una mejor conciliación laboral y familiar de los guardias civiles y sus familias.
Hoy estamos más cerca de la implantación de turnos de trabajo, porque las asociaciones profesionales han sido convocadas a un grupo de trabajo sobre la prestación del servicio a turnos. Un grupo en el que AEGC se presenta ilusionada, preparada y dispuesta a que, de una vez por todas, los guardias civiles puedan conciliar la vida laboral y familiar.
Comenzaba hablando del coronel Bogajo y el capitán Calle, porque en aquellos años implantaron el servicio a turnos. Eso me dijo un compañero: “Juan, si Moreno Bogajo implantó aquí la turnicidad hace más de veinte años”. Veinte años después, en la Dirección General estamos convocados a un grupo de trabajo sobre turnicidad.
P.D. Un emocionado recuerdo de gratitud y cariño a estas dos maravillosas personas de profesión Guardia Civil.