No ha podido saberse su identidad. Era solo un niño de no más de 15 años. Cruzó con un flotador decorado con dibujos infantiles. Su cuerpo sin vida fue recuperado el pasado 9 de septiembre por la Guardia Civil de Ceuta a la altura del Desnarigado.
Hoy, casi dos semanas después de aquel suceso que conmovió a la ciudadanía y centró todas las miradas en el drama de la inmigración, ha sido enterrado en el cementerio de Sidi Embarek.
La tumba número 5022 acoge sus restos. Allí se le ha rezado y ha sido despedido por un puñado de personas que, sin conocerle, han querido estar allí. La Funeraria Al Qadr ha procedido a su traslado en torno a las 12:30 horas, en uno de los entierros sobre el que más dudas hay. ¿Cómo es que nadie preguntó por él?
Desde su muerte han sido notificadas cuantiosas desapariciones de menores, pero la hilera de fotografías entregada a la Guardia Civil no cuadraba con el rostro de este chico que llevaba muerto solo horas.
Era perfectamente reconocible, pero se sospecha, ante la falta de información sobre su persona, que pudiera ser algún niño de la zona sur de Marruecos.
El Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil agotó todas las vías sin poder registrar su nombre. Casos así son, sin duda, el particular fracaso en un trabajo que choca con la dificultad de encontrar datos y pruebas.
El menor llevaba un bañador azul, ropa interior oscura debajo, y un flotador con dibujos marinos de color verde. Uno de esos que usan los niños cuando aprenden a nadar. Posiblemente murió de frío, en una de esas incursiones para llegar a Ceuta abriéndose a nado hasta desfallecer en el camino.
Muchos de los inmigrantes fallecidos este verano cuando trataban de llegar a nado a Ceuta no lo hicieron ahogados, sino de frío tras ser vencidos por el cansancio.
Hoy en Sidi Embarek se ha rezado a este pequeño. Junto a él han estado los trabajadores de la funeraria y del cementerio mientras el imam dirigía el rezo.
Ceuta, ciudad frontera, convive con la tragedia. Pero hay algunas que fuerzan reflexiones de mayor calado, sobre todo cuando quien muere es solo un niño.