Brenda tenía 36 años. Un hijo al que sacar adelante. Muchos sueños. Era una persona especial, alegre. Todos le querían en su Congo natal. La travesía que emprendió a bordo de una balsa playera hace hoy una semana terminó en tragedia. El frío y el abandono mataron a Brenda, apagaron por siempre sus sueños, sus metas, terminó su vida demasiado pronto.
Este mediodía ha sido enterrada en Santa Catalina, en el nicho 120. Antes sus familiares venidos desde Francia han podido despedirse de ella, llorarle, rezarle, verle por última vez. Allí estaba su hermana, también Ornela, su mejor amiga que la vio morir en esa trágica travesía, así como la madre de ésta.
En el Congo hay guerra, no hay trabajo ni dinero, la vida es muy dura y por eso los hombres y mujeres huyen. Como lo hizo Brenda, recuerda su hermana a FAROTV.
Las lágrimas, los llantos incontrolados, la tristeza, las plegarias, los rezos entrecortados han arropado a Brenda en este último adiós, en esta despedida nunca buscada, en este final que nunca debió producirse. Brenda, tan joven, tan alegre, con sueños, con una vida por delante. Sus restos descansan ya en el cementerio de Santa Catalina, en donde una placa recordará para siempre su identidad, la que se llevó para siempre una frontera que mata. La frontera sur.