Mañana (por hoy) comienzan las oposiciones para profesores de Enseñanza Secundaria en todo el país.
El galimatías de esta convocatoria ha sido de los que marcan época: dos sistemas de oposiciones al mismo tiempo, dos leyes educativas, comunidades a las que te permiten presentarte si dominas la lengua vernácula (esto ya lleva años), opositores que ya han aprobado por el sistema de méritos y se enteran un día antes de la oposición, comunidades en las que se establecen unas normas y comunidades que establecen otras.
A todo ello coincide el final de curso, exámenes, memorias, reclamaciones, informes, evaluaciones, consejos escolares, claustros, elección de directores en algunos centros, selectividad, matrículas. ¿Qué hecho yo para merecer esto?
Dios nos dé paciencia, porque como nos dé fuerza no sé qué haríamos.
A todo esto, los tribunales se constituyen tres días antes sin tener meridianamente claro y exacto las muchas cosas a tener en cuenta. Y es que nos puede dar un telele en cualquier momento.
Cuando yo tenía juventud, las oposiciones eran en julio y duraban lo que tenían que durar, como debe ser cuando te juegas un puesto de trabajo en los que has invertido años de estudio.
¿Pasa algo para esperar unos días? ¿Sucede algo si a los que formamos los tribunales nos dictan el deber inexcusable de participar en el proceso el tiempo que sea necesario? Seguro que lo comprenderíamos porque creemos en nuestro trabajo.
No entiendo nada o es que somos víctimas de una alucinación colectiva
¿No somos docentes? ¿Cómo un Ministerio de Educación puede diseñar está zapitiesta?
Para más Inri, en Ceuta y Melilla los tribunales nos quedamos en nuestras respectivas ciudades. ¿Alguien se puede imaginar lo que te entra por el cuerpo cuando tienes enfrente a un compañero de toda la vida? ¿No sería más lógico que los tribunales de Ceuta fueran a Melilla y los de Melilla a Ceuta?
Si la razón es por ahorrarse dinero vamos apañados.
¿Qué pensarán los opositores venidos de otros lugares? ¿ No saben el dicho que la mujer del Cesar, además de honrada tiene que parecerlo?
Luego tenemos que ser machacados cuando Vox populi oímos “Las plazas están dadas”.
La última oposición acabé con un herpes zoster en un hospital. Me ingresaron 18 días y estuve a nada de perder un ojo y un oído.
Dios nos bendiga a todos, todas y todes.
Yo ya soy perro viejo y lo recomendable es no ser contaminado por nada ni por nadie, ejercer la imparcialidad y actuar como los médicos en el juramento de Hipócrates.
Nunca he visto nada más limpio en los procesos que he participado: todos y todas hemos actuado con una responsabilidad a prueba de bomba. Hemos puesto sobre la mesa la deontología profesional, la absoluta responsabilidad de las decisiones y el anonimato a la hora de dar una puntuación en cada una de las pruebas.
Me siento orgulloso de ello, me siento orgulloso de las decisiones colegiadas que debemos tomar, me siento orgulloso de ser partícipe en cumplir la ley: “Igualdad, mérito y capacidad”.
Luego oirás de todo: algunos opositores/compañeros te dejarán de hablar, escucharás rumores, informaciones falsas, insultos, y todo tipo de improperios por lo bajini.
En fin. Mañana empezamos y para mí ya van cuatro TRIBUNALES.
Sólo pediría que confiaran, que no tengan la más mínima duda sobre los que nos toca juzgar, que aquí no hay víctimas ni verdugos y que cada uno de nosotros, opositores y tribunales, somos docentes en el pleno sentido de la palabra .
Por lo que pueda venir este año ya me he vacunado contra el herpes zoster.
Ánimo, fuerza y pase lo que pase debemos estar más unidos que nunca porque todos viajamos juntos sujetos a una cadena que no puede romperse. Somos eslabones.