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Uno de ellos acusa a los otros dos de no repartir los beneficios y no informarle de las reuniones de la junta de accionistas
Llegaron a tener en común tres sociedades mercantiles mediante las cuales construían promociones de viviendas, para su venta. En Ceuta llevaron a cabo varios proyectos, pero el denunciante sostiene que nunca se le repartió la parte de los beneficios que asegura que se obtuvieron de esa promoción residencial, además de la falta de información sobre la situación de las empresas que nunca le facilitaron, declaró, y que nunca le convocaron a las reuniones de la junta de accionistas, insistió. Así lo mantuvo ayer el denunciante en la tediosa sesión judicial celebrada en la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta.
En el banquillo de los acusados se sentaron los otros dos socios de al menos tres mercantiles que se crearon en la década de los 90 para diversas obras en nuestra ciudad. El denunciante se encargó, según reconocieron los tres, de la venta de una promoción de viviendas contratado primero como agente de ventas para posteriormente pasar a ser socio de las mercantiles.
Los hechos ocurrieron hace casi 20 años y acusados y denunciante reconocen la mala relación que ya existía entre ellos a finales de los años 90. Mientras esta causa ha seguido su curso en los últimos dieciséis años, ha habido de por medio denuncias cruzadas que ayer salieron a la luz, evidenciando no solamente la mala relación entre las partes sino también, según declararon los acusados, de que las promociones residenciales ocasionaron un “agujero” de pérdidas, coincidiendo además con el ‘pinchazo’ de la burbuja inmobiliaria.
Tediosa doble sesión judicial
Los acusados aseguraron que el denunciante, G.M.P., en ningún momento participó en la constitución de las empresas objeto de litigio, pero sí entró a formar parte de ellas como socio, sin ostentar, no obstante, ningún cargo ejecutivo dentro de ellas. Es precisamente por la condición única de accionista por la cual el denunciante reclama a sus exsocios y procesados en esta causa, J.L.S.R. y J.G.M., que nunca le convocaron a las reuniones de la junta de accionistas ni le facilitaron información sobre la situación de las empresas.
El relato de los hechos se vio enrevesado en las declaraciones de acusados y denunciantes, no solamente por el largo tiempo transcurrido sino también por los innumerables cambios y trámites administrativos realizados en un tiempo, no obstante, relativamente corto, en el espacio de unos tres años.
Los acusados aseguraron que en todas las convocatorias de la junta de accionistas se convocó al denunciante y garantizaron que nunca se le prohibió la información sobre la situación de las cuentas de las mercantiles. De hecho, como socio de éstas tenía el derecho a acudir a las oficinas, sedes sociales de las empresas en las que participaba, para consultar, que no llevarse, recalcaron los socios denunciados, los libros y documentos contables.
Además de los acusados y el denunciante, declararon un empresario con el que el acusado J.G.M. tenía una deuda que se saldó, explicó por videoconferencia, entre los años 97 y 98. También compareció un asesor contable que, como tal, explicó a los asesores de las mercantiles de los tres socios cómo llevar la contabilidad de las empresas. Además, ayudó, de manera puntual, a redactar la convocatoria de la reunión de una de las juntas de accionistas y se encargó de enviársela al denunciante, hecho que negó.
Sin embargo, los argumentos del denunciante parecieron tambalearse en tanto aseguró que “nunca” se le convocó a las juntas, cuando declaró haber tenido conocimiento de ellas previamente, incluso con el envío de dos requerimientos notariales días antes de la celebración de esas juntas. También aseguró que “nunca” se le facilitó acceso a la información empresarial, pero dijo no haber hecho nada más que llamadas telefónicas para conocer la contabilidad sin pasarse por las oficinas de las empresas citadas.
Tras varias horas de declaraciones, la sesión de ayer finalizó con un careo entre el denunciante y uno de los acusados. El juicio tuvo que ser suspendido y aplazado al próximo febrero para su continuación, en tanto las partes estudian la documentación obtenida a última hora por parte de una entidad bancaria.