Hoy será un día importante para la Cofradía de la Flagelación, no en vano, cumplirán un viejo sueño que comenzó en los inicios de la década de los noventa y que verá la luz en la salida penitencial de este Miércoles Santo a partir de las siete de la tarde.
Se incorporan al paso del Cristo tres nuevos soldados romanos, obra del escultor sevillano Fernando Murciano Abad, que es colaborador de Juan Manuel Miñarro.
Además, otra de las novedades de este año será el cambio en dos sayones antiguos del grupo escultórico, que al final estará compuesto por cuatro figuras y el Cristo. Igualmente, también se ha colocado un suelo imitación de mármol, del que es autor el ceutí Antonio Copado López.
Las dos imágenes, el Cristo de la Flagelación y María Santísima de la Caridad saldrán, como ha sucedido en los últimos años, de su casas de hermandad, situada en la calle Teniente Pacheco, a donde fueron llevada la semana pasada por los hermanos de la Cofradía.
El recorrido no variaría en absoluto y después de esas salida tan difícil por lo angosto de la calle seguirán por Pasaje Mina para llegar por Agustina de Aragón hasta la Plaza de los Reyes. Después de realizar la estación de penitencia en la Catedral entrarán en carrera oficial a las diez menos cinco de la noche.
En la recogida volverán hasta la altura de Telefónica para seguir por Méndez Núñez, Antioco, Solís, Sargento Mena, General Aranda y nuevamente por Pasaje Mina y teniente Pacheco para recogerse en su templo hacia las doce y cuarto de la noche del ya Jueves Santo.
Una figura clave en la reorganización de esta Cofradía fue quien era sacristán de la Santa Iglesia Catedral, José López Maldonado, quien junto con su hijo Bernabé logran ponerla nuevamente en la calle en el año mil novecientos sesenta y siete, añadiéndose en el año mil novecientos sesenta y ocho la Virgen de la Carida. Hasta la creación de la Casa de Hermandad su salida procesional se iniciaba desde la Santa Iglesia Catedral.