La ONG Enfermos Sin Fronteras sacó a la luz, ayer, el caso de un paciente que requería de alojamiento urgente después de tres días viviendo en la puerta del Servicio de Urgencias del Hospital Universitario sin que las personas que han mantenido contacto con él durante ese tiempo supiesen cuál era su domicilio actual o bien el paradero real de su familia al presentar ciertos problemas de comunicación.
Así fue hasta ayer, cuando la trabajadora social del Hospital consiguió hablar con la hija de este hombre de 75 años y la entidad humanitaria se encargó de trasladarle anoche al domicilio de una sobrina en Tánger.
Ali Hamdoun, con una prótesis en la pierna y problemas para caminar, ingresó en Urgencias por una caída con contusión en la cadera y rodilla derechas. Nadie sabía cómo este diabético e hipertenso llegó hasta el Hospital, solo que iba documentado con un permiso de residencia expedido en Barcelona, tarjeta sanitaria de Cataluña y pasaporte marroquí. Datos a partir de los cuales trataron de dar con algún familiar.
El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) confirmó que en estos días le atendió en dos ocasiones pero, al recibir el alta, poco más podía hacer por él salvo telefonear al Servicio de Emergencias 112 para que activase los protocolos ante este tipo de situaciones. La propia institución sanitaria intentó trasladarle a la frontera del Tarajal, ya que es marroquí, pero no quiso irse.
El momento en el que su reubicación en Ceuta estuvo más próxima fue en la noche del miércoles, cuando la Policía Local acudió por una de estas llamadas al 112, según relató Enfermos Sin Fronteras. Los agentes, aseguró la asociación, argumentaron que nada podían hacer por él. No obstante, Servicios Sociales tampoco se personó, añadió la ONG en su reconstrucción de los hechos en torno a este desconocido. Finalmente, la trabajadora social y Enfermos Sin Fronteras hablaron ayer con la hija de Hamdoun, quien tiene previsto ir a recoger a su padre a Tánger.
Por el testimonio de esta pariente directa de Hamdoun, conocieron que estaba viviendo con su hermano en Chaouen y hace unos días se trasladó a Ceuta para “sacar dinero” con la mala fortuna de que “se cayó”. Al cierre de esta edición, el desenlace de esta historia estaba a punto de producirse en Tánger.
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