Dos vehículos de Bomberos y ocho agentes del mismo cuerpo tuvieron que actuar ayer, sobre las 17.30 horas,
en la extinción del incendio de un coche que terminó afectando a los dos vehículos que estaban aparcados al lado. En principio los indicios existentes parecen apuntar a que el fuego fue provocado.
La rápida actuación del SEIS, que gastó cerca de 1.000 litros de agua en la extinción del incendio, evitó que la cosa fuera a más, aunque no pudieron evitar que los coches estacionados junto al incendiado sufrieran importantes daños. El único punto negro de la actuación fueron las obras de las calles del centro, que obligaron a los Bomberos a dar varias vueltas antes de llegar al lugar, tras el mercado de Real 90.