La tercera edición de la
travesía nocturna de ‘Sierra Cimera’ se celebra este sábado con total normalidad y con la presencia de aproximadamente unos 60 participantes. En un principio se inscribieron unos 65 y la mayoría tomaron la salida desde el Tiro Pichón.
Un recorrido de 22 kilómetros por las rutas y senderos de García Aldave en lo que recibe el nombre de Sierra Cimera. Los senderistas tienen que ir provistos de luz artificial para mantener el ritmo de la prueba y evitar cualquier contratiempo.
Una prueba que está dentro de la Liga de senderismo y que entregó unos cheques regalos de 25 euros a ocho personas participantes. La de este sábado es la tercera edición y todos los senderistas se mostraron muy contentos de poder realizarla en horario nocturno.
Este aspecto, el hacerlo por la noche, hizo que muchos de los participantes se reuniesen en el Tiro Pichón para tomar la salida. A pesar de ser una travesía de 22 kilómetros y varios desniveles de dificultad, todos los participantes quieren cumplir con el objetivo y poder terminar la prueba.
Esta prueba recibe el nombre de ‘Sierra Cimera’ al conjunto de estibaciones, colinas y lomas que conforman el campo exterior de nuestra ciudad hacia el oeste, y cuyo nombre ha caído en desuso con el paso del tiempo.
Se trata de una actividad deportiva no competitiva donde, practicando el sano ejercicio de caminar, los participantes recorrieron los caminos y senderos de la Sierra Cimera, disfrutando de la noche por García Aldave.
La marcha se desarrolla sobre una distancia aproximada de 22 kilómetros, con un desnivel positivo de 1.763 metros y una altura máxima de 341 metros sobre el nivel del mar.
A pesar de que la prueba no es competitiva, la organización que corre a cargo del club Anyera, hará entrega de trofeos al finalizar la travesía, al senderista más veterano que termine la prueba de montaña, tanto masculino como femenino.
Los inscritos han tenido la oportunidad de hacer una prueba nocturna, que levanta expectación entre todos los senderistas ceutíes. Anyera ha tenido todo previsto a tiempo para evitar cualquier contratiempo. Además cuenta con controles de avituallamiento cada 7 kilómetros de recorrido y otro al final, en la línea de meta. Como es habitual no se facilitaron vasos ni botellas de plástico.