Trasladan a 93 inmigrantes en la salida a la península más numerosa

Los países de origen de los extranjeros que viajaron ayer a la península son diversos, desde Guinea Conakry hasta Túnez. Sus destinos: Murcia, Madrid o Roquetas de Mar

El Gobierno central trasladó ayer a la península a un grupo de 93 personas que residían en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). Se trata de la salida más numerosa que se recuerda, ya que hasta ahora las más multitudinarias eran de, aproximadamente, medio centenar. El colectivo embarcó en el ferry de las once de la mañana con destino a Algeciras. Allí fueron recogidos y llevados a centros de oenegés ubicados en distintos puntos del país, como Madrid, Murcia o Roquetas de Mar. Los países de origen de los miembros del colectivo son diversos, desde Guinea Conakry hasta Túnez, también eran de distintas edades, desde los 20 años hasta los 40, aproximadamente, y viajaban varias mujeres. Los inmigrantes han permanecido en la ciudad autónoma unos cuatro meses, la media de los que están saliendo en los viajes programados a centros de oenegés. En la mañana de ayer aprovechaban sus últimos momentos en tierras caballas para despedirse de la ciudad y agradecer la acogida: “Adiós Ceuta, muchas gracias”, decía un joven antes de embarcar. La estación marítima se llenó ayer de subsaharianos, entre los que formaban parte de la lista que viajaba con el denominado laissez-passer, un salvoconducto que les permite la libre circulación, y quienes sólo fueron para despedir a los que durante meses han sido sus compañeros en el CETI. La estación marítima fue escenario de abrazos de despedida, y gestos de alegría y tristeza. Y es que la ilusión por llegar a la península contrastaba con la pena que algunos mostraban al tener que separarse de personas con las que han compartido sus vidas en los últimos meses. También acudieron voluntarios de Elín, quienes fueron a despedir a quienes han sido sus alumnos durante este tiempo y también a entregar diplomas a los participantes en los distintos cursos de Español y el taller de velas que no pudieron recogerlos antes. Con esta salida masiva, el Gobierno central descongestiona el CETI, que se encuentra por encima de su capacidad, que es de 512 plazas. En los últimos meses se han producido numerosas salidas programadas a la península, casi todas las semanas. Con ellas se ha conseguido controlar la ocupación del centro del Jaral, que está por encima de su capacidad ya que las entradas también han sido continuas. Los que se encontraban ayer en la lista de los residentes del CETI que viajaban mostraban su felicidad, máxime cuando algunos piensan que esta semana se ha trasladado a un número tan alto debido a que durante estas fechas navideñas no habrá más salidas, por lo que consideraban que de no viajar ayer, su estancia en Ceuta se prolongaría más.

“Juntos llegamos y juntos nos vamos”, dicen Diallo y Camara, quienes entraron el día en que Gabín falleció en los isleros

“Juntos llegamos y juntos nos vamos”, decía Al Hasan Diallo en la mañana de ayer cuando se encontraba junto a Aboubacar Camara en la cola para embarcar (foto inferior). Estos jóvenes subsaharianos son dos de los que fueron trasladados a la península. Su historia es una historia de amistad, ya que han sido uña y carne durante mucho tiempo y, aunque ahora tienen que separarse, no perderán el contacto y guardarán siempre un bonito recuerdo del tiempo que han pasado juntos. Ambos llegaron a Ceuta el 31 de agosto (foto superior) en una embarcación que naufragó en los isleros de Santa Catalina, falleciendo el joven Gabín y siendo rescatados otros doce subsaharianos, entre los que se encontraban Diallo y Camara, quienes fueron trasladados a la base de la Guardia Civil en el Puerto Deportivo. Durante los tres meses que estos jóvenes han estado en Ceuta se han mantenido muy unidos. “Estábamos siempre juntos, pero ahora nos tenemos que separar”, indicaban, ya que Diallo partía hacia Murcia y Camara iba hacia Madrid. Ahora, esperan encontrar trabajo en la península, teniendo siempre en mente la posibilidad de volver a encontrarse, ya en el escenario con el que soñaban desde que salieron de Guinea Conakry a principio de año. “Estamos muy contentos y tenemos mucha suerte de haber llegado hasta aquí. Este era nuestro sueño”, indicaban. Ambos reconocieron a los periodistas de este medio, a quienes vieron el día de su llegada a Ceuta. “Nos recibisteis el día que llegamos y ahora nos despedís cuando nos vamos”, dijo Diallo entre risas.

“He aprovechado el tiempo para estudiar y ahora tendré más posibilidades de trabajar”

Montan Diakite llegó ayer a la estación marítima mostrando orgulloso un diploma firmado por el director del CETI de Ceuta en el que se indica que “ha superado satisfactoriamente los ciclos formativos impartidos en este centro durante su estancia”. Y es que este joven subsahariano ha aprovechado los cuatro meses que ha estado en Ceuta para estudiar español, una formación que, entiende, le puede abrir las puertas al mercado laboral. “He aprovechado el tiempo para estudiar y ahora tendré más posibilidades de trabajar”, indicó en una conversación con este medio. Diakite llegó a Ceuta a bordo de una zodiac hace cuatro meses. Ayer embarcó hacia la península, concretamente hacia Roquetas de Mar (Almería). No obstante, él quiere ir a Valencia, donde cree que tendrá más posibilidades de encontrar trabajo. Antes de irse, quiso agradecer el apoyo recibido en la ciudad autónoma. “Gracias, Ceuta. Siempre he estado muy bien aquí, sin problemas”, dijo antes de embarcar.

Selim, natural de Túnez, entró en Ceuta por la frontera

Selim era ayer uno de los inmigrantes que más abrazos recibía. Su sonrisa y su carácter abierto eran la carta de presentación de este tunecino que decía estar muy contento de poder viajar a la península. Llegó a la ciudad autónoma hace cuatro meses, entrando por la frontera en un vehículo. Ayer viajaba a Murcia, donde será acogido en un centro de una oenegé y donde empezará una nueva etapa con mucha ilusión.