El Ministerio del Interior mantendrá con toda probabilidad a partir del martes, cuando vence la última prórroga acordada, y durante al menos otro mes o dos las limitaciones establecidas al tránsito por la
frontera del Tarajal para acceder a Ceuta
desde Marruecos desde la reapertura del paso a mediados de mayo. Ninguna de las fuentes consultadas por este periódico en las Fuerzas de Seguridad y las administraciones estatal y local prevén modificaciones del marzo que únicamente consiente la entrada en la ciudad a las personas con visado Schengen o la condición de trabajadores transfronterizos (o el permiso puntual que expide el Consulado para formalizar el acceso a la misma).
El restablecimiento del tránsito por el paso el pasado 17 de mayo tras dos años y dos meses cerrados se acordó obviando la excepcionalidad que en el Tratado de Schengen permite a los marroquíes de la
región de Tetuán entrar en Ceuta solamente con su pasaporte. Interior estableció que sería sometida a denegación de entrada “por motivos de orden público o salud pública” toda persona nacional de un tercer país excepto “quienes reúnen los requisitos exigibles para trasladarse al resto del espacio Schengen” y “los trabajadores transfronterizos con Tarjeta de Identidad de Extranjero en vigor, resguardo de solicitud de la tarjeta o visado específico para Ceuta
o Melilla”.
Hace ya casi un mes se dejaron de pedir certificados de vacunación
A la vista del resultado que ha tenido la adopción de esta medida, que
a juicio de Vivas ha dado pie a una frontera “ordenada”,
el Ejecutivo local no ha dejado de pedir al central que mantenga de forma “permanente”
la exigencia de algún tipo de visado en la frontera. En sus últimas manifestaciones al respecto el presidente de la Ciudad se inclinó más por una “modificación” de la excepción que por su eliminación total. El Gobierno de Pedro Sánchez debería fijar en la nueva Estrategia de Seguridad Nacional su posición tanto sobre el futuro de esa salvedad como sobre la conveniencia de tramitar o no la integración de la ciudad en la Unión Aduanera europea. Hace ya casi un mes Marruecos primero y las autoridades españolas después dejaron de exigir en sus respectivos controles fronterizos en el Tarajal
el certificado de vacunación o cualquier otra prueba para poder transitar entre ambos países, que para enero han acordado la puesta en marcha también “gradual y progresiva” de una aduana comercial.
Excepción, fluidez, visados y controles en puerto y helipuerto
De acuerdo con el Acta de Adhesión de España a las Comunidades Europeas, todo el acervo comunitario se aplica íntegramente a Ceuta y Melilla, aunque quedaron fuera del territorio aduanero común, de la Política Agrícola Común y de la Política de Pesca. Tampoco son aplicables en las dos ciudades los actos de la política comercial común autónoma o convencional, las ayudas a la exportación, política de exportación, medidas de defensa comercial... La excepción incluida en el Tratado de Schengen establece que “continuará aplicándose el régimen específico de exención de visado en materia de pequeño tráfico fronterizo entre Ceuta y Melilla y las provincias marroquíes de Tetuán y Nador” y que “a los nacionales marroquíes no residentes en las provincias de Tetuán y Nador y que deseen entrar exclusivamente en Ceuta y Melilla, se les seguirá aplicando un régimen de exigencia de visado” limitado a las dos ciudades que permite “múltiples entradas y salidas”. El mantenimiento de fluidez en el tránsito fronterizo no es la única razón que anima a no acabar del todo con esa excepcionalidad (para lo que se baraja exigir a los residentes en Tetuán un visado con requisitos menos estrictos que el de Schengen). Vivas ha explicado que también ve conveniente mantener los controles en el puerto y el helipuerto para no alimentar una mayor presión migratoria sobre la ciudad.