Cerca de un centenar de trabajadores transfronterizos se han concentrado de nuevo este domingo por la tarde en la
plaza de los Reyes para denunciar que siguen sintiéndose “sin derechos” en la ciudad y sin que “nadie” les tenga en cuenta ni para explicarles cuándo y cómo podrán
volver a Marruecos y regresar a Ceuta para cumplir con sus obligaciones laborales. Empleadas de hogar, pero también profesionales de otros colectivos ligados al sector de la construcción y la hostelería, entre otros, han reprochado a
la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, que anunciase en repetidas ocasiones que ellos serían “los primeros” en cruzar el paso del Tarajal cuando se reabriese, anuncio que se ha revelado fallido.
Desde la medianoche de este lunes a este martes podrán acceder a España únicamente los nacionales y residentes en la Unión Europea, así como las personas con permiso para
moverse por el territorio Schengen. Los trabajadores transfronterizos “legalmente reconocidos” como tales, es decir, con Tarjeta de Identificación de Extranjeros (TIE) o visado exclusivo para Ceuta y Melilla no tendrán la posibilidad de entrar en la ciudad autónoma hasta el día 31 de mayo. En medio de un ambiente más caldeado que en otras ocasiones (“tenemos menos derechos que los perros porque aquí todo el mundo los tiene, los menores, los que piden asilo, etcétera, menos nosotros”, han denunciado), el grupo ha agradecido la atención que han recibido de los medios de comunicación o de las Fuerzas de Seguridad, pero ha exigido “soluciones” o, en el peor de los casos, “explicaciones” sobre su horizonte de futuro tras más de dos años sin poder ver a sus familias sin tener que abandonar su fuente de ingresos.
La concentración también ha servido para denunciar los dramas personales de algunos trabajadores como una empleada de hogar que ha sido expulsada de la casa en la que trabajaba y con la exigencia de sus empleadores de darles “dinero”. “Aquí tienen un caso para trabajar los defensores de los Derechos Humanos en esta ciudad”, ha señalado Rachida Jraifi. “La gente que está aquí es maravillosa, digna, luchadora y trabajadora y merece que se reconozca el tiempo, el esfuerzo y el sacrificio que han dedicado a esta ciudad”, ha reivindicado Hassan Arahou, que ha advertido que el colectivo no “pide” nada que no merezca y que no se haya ganado con su sudor. “Nadie nos va a dar nada, reclamamos nuestros derechos y merecemos cada céntimo que obtenemos”, ha recalcado ante su “querida familia” forjada en 26 meses de aislamiento.