Detrás del coronavirus hay muchas historias que están quedando en el olvido aunque no debería ser así. Que una familia se quede atrapada detrás de una frontera y lejos de su domicilio se convierte en una historia sangrante que afecta, desde hace un mes, a los transfronterizos que quedaron bloqueados en la ciudad. En esta situación se encuentra un joven marroquí de 29 años, Karim Msrani, quien se encuentra desesperado por no poder cruzar la frontera a tiempo y tener que estar encerrado en Ceuta, sin poder estar con su familia y sin saber hasta cuándo va a durar esta situación. No parece que se atisbe alguna oportunidad cercana de poder cruzar el Tarajal y por eso este joven quiere denunciarlo para que llegue a oídos de los mandatarios de su país y hagan algo con muchos marroquíes que se encuentran en nuestra ciudad sin solución ni recursos ninguno, cifra que se estima en más de 200.
El cierre le sorprendió como a tantos otros compatriotas de sorpresa, ya que el país vecino apenas avisó con tiempo. Cabe recordar que la frontera se cerró el jueves 12 de marzo de madrugada y fue ese mismo día Karim cuando vino a Ceuta a comprar medicamentos a la farmacia para su madre ya que se encuentra enferma. Desde ese día el lado marroquí cerró la frontera y solo dejó pasar a personas españolas que se encontraban en Marruecos para regresar a Ceuta. Una medida que Msrani no entiende por qué se hizo, sin permitir el margen de al menos dos días para que volvieran todos los marroquíes a sus hogares.
Actualmente se encuentra en una casa cerca del polideportivo Guillermo Molina, y cuenta que está muy agradecido a la familia que desde el primer día le abrió las puertas de su domicilio. Además de dejarlo estar en la casa no está pagando nada de alquiler por permanecer en la habitación donde duerme. “Es un gran favor que nunca olvidaré, lo llevaré por siempre en el corazón”. Además explica que no solo él está viviendo esta situación ya que muchos marroquíes están repartidos por toda la ciudad, como por ejemplo por las barriadas del Príncipe, Hadú y Villajovita. “Es desesperante llevo un mes atrapado aquí y nadie nos da una solución. Quiero regresar a mi país, a mi hogar”.
Además quiere denunciar el maltrato que están recibiendo por los gobernantes marroquíes así como de los medios de comunicación. Explica que lleva un sinfín de llamadas a distintos periódicos explicándoles la situación para que se hagan eco y no encuentra respuesta. “Llevo más de un mes llamando y mandando mensajes a los medios de comunicación marroquíes, pero no me hacen ni caso. Es un problema enorme porque están sometidos al silencio. Tienen mucho miedo a la hora de difundir una noticia sobre marroquíes para no tener represalias y por eso no quieren compartir nuestras historias”.
Entró a nuestra ciudad con 150 euros pero ya ha pasado más de un mes y apenas le queda dinero. “No me queda mucho porque además de llevar tiempo encerrado aquí la comida es más cara que en mi país. Menos mal que la familia de acogida me está ayudando y me facilitan hasta platos de comida”.
Karim Msrani quiere mandar un mensaje. “Quiero que mi voz llegue y se comparta a las autoridades marroquíes para que nos dejen entrar a nuestro país porque es nuestra casa. Lo único que pretendemos es estar con nuestra familia y poder pasar el mes sagrado del Ramadán junto a ellos, sin salir de las casas pero arropados. Nadie nos da una solución y el problema es que parece que va para largo y no sabemos cuándo podremos descansar tranquilos en nuestros hogares”, explica en esta entrevista con El Faro.
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