Las noches y sobre todo las madrugadas se han convertido en una pesadilla muy sonora para los vecinos más próximos al pabellón de La Libertad, en Ceuta. Las voces, los gritos, las peleas sumadas a la música o los impactos de las pelotas de fútbol contra la chapa no constituyen un acompañamiento grato para los vecinos de Varela-Valiño a los que el confinamiento les sabe a tortura según la franja horaria.
Hartos de esta situación, derivada del hacinamiento de más de 150 personas y la llegada del Ramadán que ha variado los ‘modos y hábitos’ de vida de todos ellos, los vecinos han trasladado su pesar a El Faro pidiendo que los responsables actúen para, al menos, poder pasar las noches con cierta tranquilidad.
“Desde que empezó el Ramadán, durante el día hasta las 19:00 o 20:00 horas no se escucha nada, es como sino hubiera nadie. A partir de esa hora es cuando empiezan las voces, gritos, peleas, música, balonazos contra la chapa… y esto se extiende hasta la madrugada, hasta las cuatro o cinco”, detalla una de las residentes cuya voz crítica es compartida por muchos más vecinos.
Mientras el día los internos de ‘La Libertad’ duermen y por la noche y madrugada comienzan a hacer vida y a hacer ruido, incompatible con el descanso de los demás vecinos. “Aquí vivimos personas que dormimos de noche y vivimos de día y si ellos no paran de formar jaleo durante la noche es imposible descansar, desde que trajeron a estas personas al polideportivo no hay una noche que hayamos podido quedarnos dormidos antes de las tres de la mañana y desde que empezó el Ramadán es peor todavía porque los dejan dormir durante el día y por la noche hay fiesta”, denuncian.
Los vecinos critican la gestión llevada en el pabellón, porque perjudica a los vecinos de la barriada que tienen que descansar y que, en buena parte, tienen que cumplir con sus trabajos. A esta situación se añade la inseguridad que padecen por todos los sucesos que se están produciendo en la zona.
Donde esta la Delegada
escribiendo cartitas empalagosas,