Elisa Lorente nació en Sevilla pero se siente “de Ceuta” porque el caballa, estima, como el bilbaíno, llega al mundo donde le viene en gana. De su capa un sayo ha hecho también con su vida laboral: desde la ciudad autónoma regresó a la capital hispalense para graduarse como ingeniera técnica, pero ha acabado proyectando inmuebles y diseñando trajes de flamenca al tiempo como si fueran casas, igual de grandes por innovadores.
Esta Feria la rompió cuando, por falta de tiempo, improvisó “una bata”, “una chaqueta”, que parecía un traje pero, sorpresa, con un botón desvelaba su verdadera esencia combinada con vaqueros.
La culpa o el mérito lo comparte con su madre, que puso en sus manos cuando empezó sus estudios superiores una máquina de coser ‘Alfa’ ya jubilada con la que empezó a trajinar con telas y volantes como si fueran planos. Así sigue desde hace diez años asentada en Ceuta, libre y libertaria, recibiendo encargos desde febrero para las Fiestas Patronales, ahora centrada en confeccionar (casi) cualquier prenda para el inicio del año académico (mochilas, delantales...), en invierno preparando el Carnaval y de Nochevieja a Año Nuevo equipando las fiestas cumpleaños o nacimientos (todo tipo de regalos, toallas, ropa para bebé, etcétera) más originales...
“Soy totalmente autodidacta y nunca he hecho un curso de costura... Yo no soy modista y no hago patrones, hago planos para un vestido como si fueran para una casa y a partir de ahí, cortando y cosiendo con fórmulas matemáticas para ir ‘construyendo’ lo que busco”, explica quitándose importancia la artista.
Su genio sirvió primero a la familia “y al entorno más cercano”, pero no deja de ganar adeptos. “Para la Feria de este año he hecho 32 trajes”, precisa, ya que tampoco permite que la tarea le robe todo el tiempo que puede dedicar a sus hijos. “Hay gente que tiene claro lo que quiere, pero mucha solo me dice qué color o tipo de tela prefiere y eso es lo que me gusta más porque los trajes tradicionales están en las tiendas, incluso más baratos, y por eso prefiero y disfruto más haciendo cosas distintas con el corte, las combinaciones, el tipo y la ubicación de volantes, las mangas... El abanico de posibilidades es amplísimo”, advierte.
“La idea de la ‘bata-chaqueta’ de este año se me ocurrió porque tenía tanto trabajo para la calle que solamente me dio tiempo a algo que pudiera confeccionar de manera sencilla y rápida, pero ha tenido mucho éxito”, señala la ingeniera, con la que se puede contactar a través de redes sociales como Facebook o Instagram (@elisalorent).