El traje rociero inspirado en el uniforme de
Regulares de Ceuta que la esposa del coronel Moro,
actual jefe del Grupo, Nené Gómez, lució en la ofrenda floral a la Patrona de este año ha terminado este miércoles su viaje de cinco meses desde el taller de Elisa Lorente al Museo del acuartelamiento González-Tablas. Allí lucirá convertido en la más moderna de las joyas que pueden contemplar los visitantes de un siglo de brillante historia de las
unidades más condecoradas del Ejército Español. La diseñadora y la mujer que lo portó se han encargado personalmente de vestir al maniquí en el que ha quedado colocado en la planta baja del espacio expositivo. Antes han compartido un té en el emblemático Salón Moruno del complejo con los familiares, compañeros y amigos que las han acompañado en el broche de oro a la emotiva experiencia que han vivido. “Este es el final de una
maravillosa idea que Elisa ha sabido plasmar tan bien desde el cariño hacia el Grupo de Regulares y a quienes lo componen para que la Virgen de África les dé su bendición para este año”, se ha congratulado Gómez, ideó el vestido como una forma “muy personal” de sorprender, en primer lugar, a su marido en la que iba a ser su última ofrenda como mando principal del Grupo de Regulares tras dos años marcados por la pandemia.
El encargo, recuerda Lorente, llegó “tarde” para los plazos con los que suele trabajar para la Feria. “Al principio le dije que no sabía si tendría hueco, pero me convenció porque me pareció que podría ser también algo importante para mí, un desafío nuevo y algo que me daría a conocer... A mí me gusta mucho el resultado y a ella más”, se ha congratulado la autora. El diseño tiene muchos guiños más allá de su similitud con el
uniforme de Regulares. La premisa de partida fue que el resultado saliese “femenino” a la par que “sencillo, discreto y elegante, que de ninguna forma pareciese un disfraz”. Gómez pidió que la falda fuera rociera para homenajear a su padre, de Sanlúcar. En el proceso de confección eligieron volantes rojos por los Regulares de Melilla. La camisa, de encaje, y “muy femenina” se concibió como un tributo a las mujeres de la unidad y el fajín y el cordón, azules, aluden el referente ineludible al Grupo de la ciudad. Sobre la cabeza, el emblemático tarbuch y en los pies, unas botas muy parecidas a las oficiales pero más estilosas que resaltan la falda corta. Su impacto ha desbordado las expectativas, en parte, comparte méritos la diseñadora, porque Nené “lo llevó bien, con gracia y estilo, y hay que decirlo”.
“Lo concebimos sobre todo desde el respeto a todo el mundo y nunca nos imaginamos el revuelo que se ha formado porque la ambición era homenajear al Grupo de Regulares que mi marido tanto lleva en su alma”, recuerda Gómez, que ahora está satisfecha porque “quien lo quiera ver podrá hacerlo en el Museo de González-Tablas”. La idea ha tenido tanto tirón que Lorente ya ha recibido varias propuestas para confeccionar diseños inspirados en otras indumentarias como la de La Legión: “Ya me han planteado otras opciones porque este no lo voy a hacer y si hiciera uno sobre el Tercio no tendría, desde luego, nada que ver con los que ya existen porque no me gusta copiar... Habrá sorpresas”, anuncia.