La Consejería de Servicios Urbanos y Medio Ambiente de la ciudad sigue trabajando por las distintas barriadas de Ceuta para intentar mantener un control de cada punto. Estos servicios se suelen hacer en las primeras horas del día para evitar las molestias a los distintos vecinos y no cortar ninguna calle a una hora en el que el tráfico sea muy intenso. En esta ocasión, los operarios de Tragsa se desplazaron hasta Arcos Quebrados, una zona muy visitada dada la acumulación de residuos y sobre la que la Ciudad intenta tener un mayor control debido a los muchos incendios que se provocan. Lo que hicieron fue un trabajo de desbroce y de recogida de escombros para adecentarla.
Acudieron los operarios con todo el material preparado para realizar trabajos verticales, ya que es una zona de difícil acceso y en donde se necesita de cuerdas para poder acceder a todos los lugares y limpiarlos de manera adecuada. Más de 5 grandes recipientes con distintos residuos y escombros fueron recogidos, además de varios muebles que habían sido arrojados monte abajo por ciudadanos incívicos. Este trabajo les llevó varias horas en el terreno debido a la gran suciedad que presentaba.
Desde esta zona se había recibido varias denuncias de los propios vecinos pidiendo que se limpiaran los recovecos de los montes porque se estaba convirtiendo en un vertedero por culpa de aquellos que no respetan las normas. Debido a la gran dimensión del lugar, los operarios cada vez que acudían se tenían que dividir por parcelas para poder emplearse a fondo e ir limpiando cada esquina.
La Consejería de Medio Ambiente quiere evitar también así la más mínima posibilidad de una quema de rastrojos en los montes gracias a la basura y que cause un incendio de gran tamaño y que no pueda ser sofocado por los Bomberos. Es una zona muy propensa a que los vándalos provoquen incendios y que estos sean más complicados de sofocar por la gran cantidad de residuo que normalmente hay en la zona.
Seguramente sea una de las barriadas que acudan próximamente ya que muchos ciudadanos utilizan este espacio como su ‘vertedero’ propio.