La magistrada titular del
Juzgado de lo Penal número 1 condenó ayer a un joven que reconoció su implicación en un delito contra la salud pública, después de que la
Guardia Civil lo detuviera el pasado 21 de enero con 14 kilos de
hachís en un doble fondo del vehículo que ocupaba. La pena fijada es de 3 años y 1 día, aplicándose la agravante de notoria importancia y la atenuante analógica a la drogadicción al justificar con un informe que sufre un trastorno por consumo de sustancias. La Defensa solicitó la suspensión de la pena argumentando su drogadicción, algo a lo que se opuso Fiscalía y que finalmente fue denegada por la magistrada al aplicarse el criterio que, en estos casos, ya ha marcado la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta de, en asuntos de droga de notoria importancia, hacer prevalecer el ánimo de lucro. El hecho de que el tráfico haya sido cometido con esa cantidad de hachís y no con una menor que podría enmarcarse en el menudeo hace deducir que la comisión del delito no se llevó a cabo movido por su relación con el consumo de estupefacientes sino con un ánimo de obtener beneficios. También ayer se condenó a un joven de Marruecos que fue detenido en el puerto con 2,3 kilos de hachís. Aceptó una pena de un año y 9 meses de prisión que quedó suspensa al carecer de antecedentes penales. Al ser marroquí se le aplicó además una orden de prohibición de visitar Ceuta en un plazo de dos años. Estos casos juzgados se produjeron este año, en un periodo en el que la Guardia Civil llevó a cabo nuevas detenciones de personas todas ellas implicadas en el intento de traslado de droga a la Península utilizando para ello vehículos dotados con dobles fondos, buscando así evitar el control de las fuerzas de seguridad previo al embarque.