Unidades de la
Guardia Civil tanto por mar como por tierra se han coordinado para intentar evitar un nuevo tráfico de personas en
moto de agua en Ceuta. Miembros del Servicio Marítimo han perseguido a los traficantes pasando por la zona del foso en una huida que seguiría su rumbo hacia el Recinto mientras agentes por tierra hacían lo propio. La crónica ha comenzado en torno a las tres de la tarde cuando dos motos de agua han cruzado a
Marruecos para cargar a los inmigrantes. Han sorteado los controles huyendo después a Ceuta y soltando a los sin papeles en la zona del Sarchal. No ha habido detenidos y se ha puesto de manifiesto la falta de medios para combatir este tipo de prácticas. La Benemérita ha sido activada tras detectarse la presencia de pilotos en motos de agua intentando dejar en Ceuta a magrebíes en una nueva demostración de un delito que este verano ha traído de cabeza no solo al Instituto Armado sino también a las unidades desplegadas por Marruecos en las líneas de los espigones.
Los intentos de pase no cesan. No solo este ocurrido en pleno inicio de la tarde sino los que se siguen repitiendo de manera constante. Así, la noche del sábado la Benemérita interceptaba a otro inmigrante en kayak a la altura del Sarchal y esta madrugada, como prácticamente todas, ha vuelto a haber presión de adultos y menores sobre el Tarajal. Cinco jóvenes que no llegaban a los 18 años se quedan en Ceuta, los adultos han podido ser entregados a Marruecos pasadas horas de su entrada. Solo
el pasado mes agosto se registraron más de mil intentos de entrada en Ceuta por mar. Intentos abortados por Marruecos pero también por la Guardia Civil.
Es el reflejo estadístico de una presión que no cesa y que no figura en las maquilladas que difunde el Ministerio del Interior a los medios de comunicación. De media se producen intentos de entre 20 a 30 personas que buscan a diario pasar a Ceuta, complicándose la situación en jornadas de niebla. A los nadadores se suman los traficantes en moto de agua.