Con el final del presente mes de enero se extinguirá también el contrato vigente desde 2013 de limpieza pública viaria y recogida de residuos en Ceuta, pero su concesionaria, Trace, deberá mantener la realización del mismo hasta que haya una nueva adjudicataria.
Los pliegos de la nueva licitación, que será muy distinta, todavía no se han publicado, aunque están “casi listos”, según las fuentes de la administración local consultadas por este periódico, y entre las posibilidades que se barajan para alargar la prestación está hacerlo mes a mes o simplemente hasta que se firme el nuevo contrato.
El Gobierno y los técnicos de la Ciudad llevan aproximadamente un año trabajando en los nuevos pliegos, que en realidad convertirán lo que hasta había sido una sola concesión en tres, ya que la administración impulsará la construcción de una base municipal para el servicio en terrenos de la Autoridad Portuaria y comprará directamente la maquinaria para su prestación, con lo que lo que seguirá externalizado exclusivamente el desempeño de los operarios.
Diversas vicisitudes ligadas a la evolución del marco macroeconómico han dificultado la confección de la licitación y concretar los números en los que se moverá el concurso.
La continuidad del servicio viene avalada por tratarse de un servicio público fundamental, el más gravoso para las arcas municipales, actualmente alrededor de veinte millones de euros al año.
La Ciudad va a licitar la construcción de la base municipal, maquinaria y gestión
La Ley de Contratos del Sector Público establece que cuando al vencimiento de un contrato no se hubiera formalizado otro que garantice la continuidad de la prestación a realizar por el contratista “como consecuencia de incidencias resultantes de acontecimientos imprevisibles” para el órgano de contratación producidas en el procedimiento de adjudicación y existan razones de interés público para no interrumpir la prestación, se puede prorrogar el contrato originario hasta que comience la ejecución del nuevo y en todo caso por un periodo máximo de nueve meses siempre que el anuncio de licitación del nuevo contrato se haya publicado con una antelación mínima de tres meses respecto de la fecha de finalización del contrato originario.
Los responsables de la aprobación de los pliegos confían en que estos estén publicados en días o semanas y auguran que la tramitación de su adjudicación se demorará hasta verano, con lo que la nueva concesionaria del servicio (por cuatro años más uno de posible prórroga) podría empezar a trabajar tras las vacaciones estivales.
Los contratos de gestión de un servicio, como se denomina el que ha tenido Trace, pueden tener una duración de hasta 50 años. En el caso del firmado en 2013 se extendía durante una década que podría haberse alargado otro tanto.
Los de servicios no pueden ir más allá de media docena de años, pero la Ciudad no aceptó considerar como tal el que está a punto de expirar durante su vigencia.