El portavoz de Ceuta Ya! en la Asamblea, Mohamed Mustafa, amenazó en la Sesión Plenaria extraordinaria del pasado 27 de julio en la que se debatió el primer expediente de modificación del Presupuesto de la Ciudad de este año (en el que se incluye dedicar 3,8 millones de euros adicionales a la limpieza pública viaria) con denunciar ante los Tribunales la falta de limpieza en la barriada del Príncipe, donde según dijo “no acuden” barrenderos.
Según las certificaciones que mensualmente aporta la prestataria del servicio de adecentamiento urbano y recogida de residuos, Trace, para facturar a la Ciudad alrededor de 2,1 millones de euros al mes, no es así.
La empresa suele encargar cada mañana a dos peones, siempre en horario matutino, el barrido manual de 7.00 a 14.00 horas de la populosa barriada periférica, uno (algunas jornadas dos) al Príncipe Alfonso y otro al Príncipe Felipe.
Se trata de la mitad de efectivos de los que se acostumbra a hacerse cargo solamente de la avenida Antonio López Sánchez-Prado y paralelas. Las certificaciones diarias de Trace recogen miméticamente que a barrer a mano o limpiar a fondo con vehículos especializados el tramo que va de la plaza de África a la de la Constitución se dedican dos trabajadores de 6.00 a 13.00 horas, otro de 14.00 a 21.00 y uno más de 17.00 a medianoche.
La dotación se repite de forma calcada para el sector que va de la plaza de la Constitución a la de los Reyes.
Al Príncipe se manda también esporádicamente una brigada de limpieza y con asiduidad el refuerzo mecanizado de ‘ampliroll’ para contenedores metálicos de gran tamaño, pero no la fregadora o el hidrolimpiador que es habitual en la zona centro, donde también es común la realización de baldeos manuales o mixtos.
De media Trace suelen tener sobre el terreno entre 80 y 85 peones y hasta una quincena de conductores en horario matutino para efectuar barridos manuales, recogida de residuos y limpieza de mercados, así como trabajos en las playas.
Por la tarde lo común es contar con unos 40 peones y media docena de conductores que, además de en el centro, suelen estar adscritos al Sarchal, San Antonio, Parque Ceuta, Manzanera-Sardinero, el Polígono, Benzú, Almadraba-frontera, Puertas del Campo, Villajovita, Miramar, Juan XXIII, Juan Carlos I y Hadú. La norma es que un operario se hace cargo de cada una de esas zonas y todo su entorno (en el caso de San José, por ejemplo, también de República Argetina y Poblado Regulares) de 14.00 a 21.00 horas.
En sectores tan extensos como ese último o Juan Carlos I la asignación de recursos humanos suele ser el doble (dos peones) por la mañana.
Aunque el contrato que se le adjudicó en 2013 venció el pasado mes de febrero, Trace fue obligada en febrero a seguir prestando la limpieza pública viaria y la recogida de residuos urbanos (por su “carácter básico y prioritario del que no resulta posible prescindir bajo ninguna circunstancia”) de acuerdo con el Plan de Servicios vigente “por un plazo de un año o hasta la formalización del nuevo contrato si este plazo es menor”. La UTE, participada en un 66,4% por ACC y en un 33,5% por Lirola, debe certificar sus trabajos de manera mensual.
El Gobierno de la Ciudad está actualmente esperando informes “técnicos” y “económicos” para decidir si inicia o no el expediente de municipalización que sería preceptivo para que la administración asuma la gestión directa del servicio, como Vivas apuntó que desearía durante la campaña electoral de las municipales.
Con más de 500 trabajadores en nómina y un coste para la Ciudad que este año rondará los 25 millones de euros, el presidente considera que es preciso reestructurar todos los recursos que se financian con dinero público para el mismo fin: mantener Ceuta en condiciones.
Actualmente y sin contar los Planes de Empleo con casi mil los trabajadores y unos 40 los millones que dedica el Ejecutivo local a ello si se suman los costes de Trace, las Brigadas Verdes, Obimace, Obimasa y el personal de Tragsa.
La administración ha intentado para disgusto del Comité de Empresa de Trace empezar a maximizar el aprovechamiento de todos esos recursos no contratando personal extra para jornadas especiales como la noche de San Juan, cuando se empleó a los equipos que gestiona la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos (FPAV) para dejar en condiciones las playas.
Cuando el Gobierno quiso repetir la operación en la Feria al final dio su brazo a torcer y aceptó la incorporación de los fijos-discontinuos de Trace como en ejercicios anteriores, lo que tendrá un coste de unos 300.000 euros este 2023.
El beneficio industrial de Trace ronda los 110.000 euros al mes (es equivalente al 6% de su facturación). Solamente los costes de personal directo e indirecto se acercan a 1,4 millones de euros mensuales sin computar el desembolso en antigüedad y ayudas sociales.
La empresa cobra a la administración un mínimo de 208 euros por cada barrido o baldeo manual efectuado de lunes a viernes en turno de mañana o tarde. El mismo trabajo cuesta 220 si se realiza durante los fines de semana o en festivo. El barrido con aspiradora eléctrica autopropulsada cuesta a las arcas municipales entre 832 y 880 euros, según la jornada en la que se haga, y el manual con triciclo eléctrico, entre 312 y 330. Hasta un mínimo de 631 euros se dispara el coste del baldeo mixto.
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