La Ciudad ha anunciado que la modificación del contrato de limpieza pública viaria y recogida de residuos domésticos, firmada el pasado 18 de marzo y que empezará a ejecutarse el próximo día 30, implicará la realización de 4.821 servicios al año más hasta alcanzar los 53.244, lo que se traduce en un incremento de 51.779 horas de trabajo. Principalmente se trata del aumento de los servicios conocidos como barrido mecánico y agua, que incluye el trabajo con presión y baldeo.
De esa forma, la Ciudad procura un "mayor alcance de ese tipo de barrido y una mayor intensidad de las actuaciones que conllevan la utilización de agua, sobre todo en las barriadas", según ha explicado en nota de prensa, en la que se ha señalado que esos servicios "se realizarán con más frecuencia en atención a la reiterada demanda vecinal de mejora de su prestación". Además de esto, se procederá a la realización de nuevos servicios, como el de la retirada de chicles, que requiere de nueva maquinaria.
El número de servicios y, por lo tanto, el número de horas necesarias para realizarlos aumenta, lo que conlleva, como es obvio, nuevas contrataciones. La composición de la plantilla necesaria para prestar el servicio es competencia del concesionario, que es la empresa Trace, tal y como determinan los pliegos del contrato, como también es su responsabilidad el cumplimiento del convenio colectivo del sector.
En términos económicos, la modificación del contrato significa un incremento del presupuesto que dedica la Ciudad a la limpieza pública viaria y a la recogida de residuos domésticos próximo al 10 %. En números absolutos, ese incremento es de 1,46 millones de euros, de los cuales el 91,5 % (1,34 millones de euros) se corresponden al personal y el resto a la amortización de la maquinaria. A esa cantidad se le ha aplicado la baja que hizo la empresa adjudicataria en la licitación pública, de modo que para el coste para la Ciudad de la ampliación de los servicios y la mejora de la maquinaria queda situado en 1,31 millones de euros.
Concentraciones del personal de fin de semana Precisamente hoy se ha realizado la primera de las concentraciones de trabajadores de TRACE convocados por el sindicato CSIF y con el objetivo de estabilizar a la plantilla de fin de semana para que dispongan de un contrato de 35 horas semanales. El sindicato acusa a la empresa de no querer mantener el compromiso de estabilizar a ese colectivo, a pesar de la modificación del contrato con la Ciudad y asegura que las concentraciones serán indefinidas hasta que se solucione su situación laboral. Bartolomé Martínez, delegado por CSIF en el comité de empresa, ha recordado que "desde octubre" se está en conversaciones con la empresa para aumentar las horas a estos trabajadores "y ahora ha dejado tirados a cincuenta padres de familia, porque después de mucho negociar vemos que la empresa una vez que ha cerrado su acuerdo con la Ciudad se ha olvidado y ha tirado por tierra los acuerdos que ha firmado con los representantes de los trabajadores".