Terminar la Gran Vía antes del 15 de diciembre. Es la meta, o mejor dicho, el compromiso del Gobierno de la Ciudad. Por eso cualquier ceutí que se detenga a comprobar el desarrollo de los trabajos se dará cuenta que se ha pasado de visionar a dos o tres obreros a multiplicarlos hasta por cuatro.
Se ha incrementado el número de obreros destinados a esta céntrica obra
Se trabaja contra reloj, a destajo para que la imagen que ofrezca la vía principal de Ceuta no sea la de un lugar encajonado, por el que no se puede transitar y por el que resulta imposible realizar las compras con tranquilidad. Tragsa se comprometió el pasado viernes a cumplir los plazos, algo que no cuadra ni en esta actuación ni en otras, para desesperación de los comerciantes que, en el caso de los de la Gran Vía, han pedido a gritos que los ceutíes colaboren haciendo sus compras en este rincón de Ceuta. Es cuestión ya de subsistencia. El 15D se verá si hay compromiso.
Hamed: “No se han dado soluciones”
Fatima Hamed ha tildado de “imprudente” la reciente comparecencia de la cúpula de Tragsa, en esa escenificación pública de los proyectos que están llevando a cabo en la ciudad en forma de encomiendas del Gobierno. Y le pareció así porque, poniendo de ejemplo la obra de la Gran Vía, Hamed lamenta que no se haya escuchado a los empresarios desde un principio, sometiéndolos a pérdidas que debían haber sido valoradas con previsión suficiente. Ahora anuncian que estará terminada en 14 días, después de una temporada en la que las actuaciones fueron muy lentas. “Hemos visto al principio solo 2 o 3 personas trabajando, ahora hay más movimiento, pero no se dan soluciones a los empresarios de la zona que están desesperados por la dejadez de funciones de este Gobierno que no ha tenido en cuenta las cifras de negocio. Tampoco se ha bonificado a las empresas” para que sus pérdidas les hicieran menos daño.