La situación en el
puerto de Ceuta no cambia. La tensión es máxima como la acumulación de inmigrantes que mantienen enfrentamientos entre sí, formando dos grupos bien diferenciados: los que viven en la explanada y los que lo hacen en las escolleras. Esta madrugada volvieron a arrojarse piedras, ocuparon la zona restringida y los agentes que estaban de servicio tuvieron que pedir auxilio rápido llegando a desplegarse los GRS de la
Guardia Civil. Un trabajador de una empresa ubicada en el puerto, Ecoceuta, sufrió una herida en una mano al defenderse de una de las piedras arrojada, después de que ya le hubieran alcanzado en la espalda. Le han dado 8 puntos de sutura y lo que temen los compañeros es que esto no termine, que haya más heridos. La situación entre los trabajadores portuarios se reduce a una palabra: miedo. Después de 48 horas consecutivas de enfrentamientos temen que pase cualquier cosa, que algún compañero sufra un mal mayor, o que haya una desgracia como las que ya se han producido. Ya ha habido concentraciones y se han prometido soluciones pero nada de nada, la situación es la misma o peor. Esta madrugada los inmigrantes estaban muy violentos, enfadados.
Ya se advertía la situación en un vídeo grabado por FAROTV, amenazan con venganza porque los unos acusan a los otros de agredirles, robarles e incluso usar a los menores para traficar con hachís.
Los agentes de la
Policía Portuaria y de la Guardia Civil, en escaso número, no pueden con esta situación. Se ven superados por decenas de personas. Y es que al margen de las batidas llevadas a cabo el número de inmigrantes, todos de origen marroquí, no hace sino aumentar. Es fiel reflejo del descontrol que hay en la propia frontera, del coladero en el que se ha convertido para que, en cuestión de horas, vuelva a haber tanta presión. El consumo de alcohol marca además la actitud de algunas de estas personas.