En una época de entretiempo como el mes de octubre,
la formación Tótem Ensemble ha regalado a Ceuta ocho estaciones: las cuatro porteñas del icono del tango Astor Piazzolla y las cuatro estaciones de regusto clásico del mítico compositor pelirrojo Antonio Vivaldi.
Una noche en el Revellín para dejarse ir por la calle Corrientes o en góndola por Venecia entre los sones argentinos e italianos de dos genios separados en el tiempo por varios siglos. Un lujo del miércoles caballa donde la única pega es la media entrada para un espectáculo tan original a un módico precio de tres euros. No es una novedad.
La música clásica, a través de sus diferentes formatos, viene desde hace mucho tiempo acercándose a los sonidos del siglo XX. Esa es la propuesta de fondo de Tótem Ensemble, el quinteto de cuerda que pretende no aburrir y que muchas de sus interpretaciones sean reconocibles para quienes están más familiarizados con la música pop o de hace un rato. Así se lo han hecho saber a Ceuta con su concierto de este miércoles en el Teatro del Revellín, donde han mezclado sin reparos y mucho refinamiento las cuatro estaciones de acento porteño del bandoneonista Piazzola con las estaciones barrocas de Vivaldi: primavera, verano, otoño e invierno en el orden de 'Opus 8 n°1 en Mi mayor', 'Opus n°2 en Sol menor', 'Opus n°3 en Fa mayor' y 'Opus n°4 en Fa menor'.
Mezcla de obras tradicionales, siempre reconocibles y bien adaptadas
La formación camerística nacida hace casi ya dos décadas ha dejado su talento sobre las tablas del escenario ceutí mezclando en su repertorio obras tradicionales, siempre reconocibles y bien adaptadas. El público caballa, alrededor de un centenar de espectadores, ha quedado encantado con esta propuesta en la que los cinco músicos de instrumentos de la familia de cuerda frotada no se limitan a lo clásico sino que buscan ser cada vez más contemporáneos y traducir a su estilo de cámara géneros, por así decirlo, más actuales que para nada más vivos.
Unas interpretaciones que tienen mucho trabajo arreglístico detrás y de ensayos como han demostrado la noche de este miércoles ante el respetable de Ceuta, dejando ver que el trabajo en casa tiene sus resultados cuando toca dar la cara. Una formación que se nota gozosa y que disfruta del oficio, se divierte y divierte al que está enfrente.
Una labor de desacralización de la música clásica
En definitiva, una labor de desacralización de la música clásica pero a la vez de insertarla en todos los oídos y bajar del pedestal a quienes piensan que es un estilo poco entretenido o demasiado refinado. Más bien ocurre al contrario en una época en la que las cosas no son lo que parecen y el elitismo se desborda en muchos festivales de pop mientras una propuesta de gran sentido popular se engloba en lo clásico. La tarea didáctica y divulgativa de Tótem Ensemble ha sido reconocida con sonoras ovaciones por parte de los asistentes a este concierto que pone de manifiesto la necesidad de mezclar mundos en una sociedad que debería ser más receptiva a las mixturas. Desde 2003 llevan activos Tótem Ensemble, una formación internacional con base en España y cuya alineación es la siguiente: El moldavo Vladimir Dmitrienco al violín, el sevillano Luis Miguel Díaz al violín, el canadiense Jerome Ireland a la viola, el puertorrealeño Francisco Lobo al contrabajo además de ser el carismático líder y portavoz, y Nonna Natsvlishvili (con orígenes musicales en Moscú) al violonchelo. Pocas veces se puede ver una propuesta tan diversa, inteligente y divertida a un precio de tres euros. Una ganga, un lujo de la Sociedad de Amigos de la Música de Ceuta en colaboración con la
Consejería de Cultura de la Ciudad para quienes han apostado en la noche de este miércoles por pasar del fútbol de la Champions League viviendo la música de una manera tridimensional y tradicional en el Revellín. Armonía, cultura, gracia y esfuerzo en tiempos para el desconsuelo.