Torres ‘culpa’ a las manifestaciones de parados de la menor eficacia policial

El jefe superior de Policía, José Luis Torres, se encargó ayer de valorar la acción de los agentes que integran la Jefatura, mostrando, con su discurso, “la realidad que a veces se desfigura” de este trabajo. Tuvo palabras de agradecimiento para los políticos -por la puesta en marcha de la futura sede en Ybarrola-, los sindicatos, los medios de comunicación y las familias de los policías además de los funcionarios y personal laboral porque son “los verdaderos sufridores de la actividad policial”.
Con su discurso Torres quiso dibujar la realidad delictiva, aportando datos, presentando valoraciones e incluso publicitando conclusiones que ya han generado cierta polémica, ya que el jefe superior indicó que el desvío de agentes que se tuvo que llevar a cabo para controlar las manifestaciones de los parados organizadas por Comisiones Obreras y las de los subsaharianos ha influido, directamente, en la disminución de la eficacia policial y en el descenso en la resolución de los delitos.
“Con las conocidas manifestaciones de parados y las concentraciones de subsaharianos el Cuerpo Nacional de Policía ha estado ahí, para proteger tanto a unos como a otros, cumpliendo con su misión constitucional mientras se han producido o actuando cuando lo ha dispuesto la autoridad gubernativa. Pues bien, todos estos casos han obligado a un sobre esfuerzo de personal que ha limitado otras actividades policiales que han tenido como consecuencia esa pequeña bajada en la eficacia policial y en el número de controles que permitan la identificación de individuos con reclamación judicial”, espetó. La problemática del Poblado Marinero no se queda atrás ya que, aclaró, la “incidencia de la nueva forma de actividad de la Policía Local ha obligado a reforzar con policías nacionales los fines de semana la seguridad en dicho lugar y sus proximidades”.
Torres también tuvo su crítica hacia quienes no colaboran con las fuerzas de seguridad en el esclarecimiento de los delitos. Habló de la necesidad de que las víctimas denuncien -cosa que no siempre sucede- y que los testigos colaboren, sin que se produzcan, como así pasa en algunas barriadas, la alteración de los escenarios de los hechos, lo que termina dañando la investigación.
“La seguridad pública no es sólo cuestión de los cuerpos y fuerzas de seguridad, es de toda la ciudadanía. Las víctimas de los delitos deben poner en conocimiento los hechos sufridos, colaborar con la identificación de los autores y los testigos participar en la identificación y no como ocurre en muchas ocasiones, que no solo no colaboran, sino que alteran el escenario de los hechos. Debemos tener conocimiento lo antes posible para iniciar las investigaciones y llevarlas a cabo con profesionalidad y eficacia”, resaltó, instando además a los “jueces y fiscales” a que tengan “sus cometidos, asumiendo la dirección de las investigaciones y aplicando las leyes”.

Tiroteos e hipótesis

Torres no citó casos concretos en los que las investigaciones no hayan fructificado por culpa de una mala o nula colaboración ciudadana, pero en el recuerdo quedan recientes notas de prensa emitidas por su gabinete en las que se cuestionaba la falta de colaboración detectada en el Príncipe o la ausencia de denuncias, por ejemplo, en el caso de los atracos a taxistas.
Lo que no evitó el jefe superior fue referirse a la complejidad de algunos de los casos con los que se han tenido que topar ‘sus hombres’. Y entre ellos, como plato estrella, se encuentran los tiroteos que se han sucedido en este último año, focalizados en el barrio del Príncipe y que se elevan a once. Éstos han dejado 10 heridos y se han practicado 9 detenciones. Torres indicó que detrás de estos episodios con uso de arma de fuego están varias hipótesis: desde “el ajuste de cuentas” a la “lucha por el territorio”. Lo que está claro es que no son “hechos aislados, sino actuaciones de grupos organizados”. “En toda investigación contra la delincuencia organizada los resultados se esperan a medio y largo plazo”, indicó.

Balance de la Policía

Plantilla: Ha ido en aumento, hasta los 568 miembros
Torres destacó el aumento en la plantilla del Cuerpo, pasándose en un año de los 544 funcionarios en activo y en segunda actividad a los 568, a fecha 1 de septiembre de este año. Eso sin contar los funcionarios de prácticas, aula abierta o en comisión de servicio tales como la UIP, la BRIC o guías caninos.
infraestructuras: Proyectos en el aire
El jefe superior aclaró que el recorte motivado por la crisis no está incidiendo en Ceuta, y aludió a las mejoras logradas en las instalaciones del Tarajal. Eso sí, no obvió que todavía queda trabajo por hacer, por ejemplo, en las cabinas de control, actuación que “finalizará en los próximos días y que permitirá el desarrollo de un centro operativo de la actividad fronteriza, nuevos despachos para la unidad sanitaria, lugar de descanso para los funcionarios o nuevas instalaciones de taquillas”. Torres aludió también a la labor desempeñada por las dos administraciones para la construcción de una nueva jefatura en Ybarrola.
estadísticas Menos esclarecimientos, del 54 al 52%
Las infracciones penales han bajado en un año un 1.63%; las esclarecidas se han reducido un 4%. El número de detenidos ha aumentado en un 5.23%. Bajan los detenidos por resolución judicial un 12.46%

Las perlas: Las mejores investigaciones
Torres destacó la detención del presunto autor del homicidio de su padrastro, así como la identificación e imputación del atracador de Villajovita (aunque esta operación se coordinó en Málaga). Aludió además a los más de 6.000 kilos de hachís intervenidos entre Ceuta y la península con participación de agentes de la Jefatura que arrojó 59 detenciones. Indicó la aprehensión de más de un kilo de cocaína deteniéndose a 7 individuos.

La presión en el Príncipe, “hoy ha desaparecido”

Bajo el enfoque con el que el jefe superior analiza la conflictividad del Príncipe que se ha traducido en lanzamiento de piedras contra policías, ambulancias, bomberos “y todo lo que se moviera”, el problema está solucionado. Y es Torres dijo que tras el dispositivo organizado se consiguió la detención de varios individuos y se tomaron las medidas urbanísticas por parte de la Asamblea junto con la acción concreta de los jueces y fiscales. “Esto hace que a día de hoy prácticamente han desaparecido, puestos que los dos últimos casos registrados de gravedad nada tienen que ver con los casos anteriores sino que se trata de ataques a vehículos policiales que pretendían detener a delincuentes y que fueron atacados por una turba de personas con piedras, ladrillos y cornisas”. Torres destacó que se sigue prestando apoyo a los servicios municipales y autobuses.

La presión migratoria, mayor por la llegada de las balsas:

La inmigración clandestina tuvo su protagonismo. La presión ejercida en los últimos meses con la llegada constantes de balsas no podía pasar desapercibida en el discurso del jefe superior. Torres calificó la situación de “aceptable” salvo los “últimos cuatro meses”. Y es que, recordaba, hasta los meses de mayo y junio “el nivel de entradas permanecía estabilizado, contabilizándose las cifras más bajas de los últimos años”, y produciéndose ingresos de entre 10y 15 personas al mes. Pero esto cambió con la presión de las balsas neumáticas que parten de puntos cercanos a Ceuta “con el único objetivo de llegar hasta la ciudad. Este fenómeno ha generado un aumento considerable en la presencia de inmigrantes ya que entre julio y agosto se han incrementado en unas 200 personas”.
Ante tan pésimo panorama, el jefe superior indicó que por parte de Extranjería se han practicado y se practican todas “las gestiones tendentes a la repatriación de estos inmigrantes , habiéndose conseguido la expulsión de 176 personas en el periodo analizado y en la actualidad se están gestionando el traslado de diferentes grupos a la península para cumplimentar lo dispuesto por la ley de extranjería”.
Torres destacó la problemática que en materia migratoria ha tenido el efecto de la tarjeta amarilla, debido a su mala interpretación que fue subsanada, después, vía sentencia judicial.
La presión asiática, recordó Torres, es prácticamente inexistente, salvo la presencia del grupo de indios que permanece en el monte y que, dijo el jefe superior, será repatriado. En el otro lado se encuentra la presencia de marroquíes sin papeles cuya presencia ha bajado, “probablemente por la buena actuación en la frontera del Tarajal y la colaboración de las autoridades marroquíes, que tiene como consecuencia una mayor tranquilidad en la ciudad y especialmente en el puerto, donde se nota una menor intensidad de la presión migratoria irregular”, aclaró, citando operaciones conjuntas internacionales tanto con organismos como con países, tales como intervenciones con Frontex, Minerva así como intercambios bilaterales con Francia.