Una simple idea puede ser el hilo conductor de unas indagaciones para intentar buscar una solución a algo que se nos haya metido entre ceja y espalda. Por eso cuando escuché que una fuerte tormenta asolaría nuestra vieja y pequeña ciudad de Ceuta y que sería el prolegómeno de unas fuertes lluvias en toda la parte este y central de nuestra península ibérica, lo primero que hice fue visitar la parte destinada a las predicciones meteorológicas por Internet, nuestro espabila burro del momento, para ver la repercusión que iba a suponer sobre está Villa.
Todos sabemos que Ceuta, producto de su estatus del Estrecho, tiene un microclima muy especial. La montaña de la Mujer Muerta es una muralla que impide en infinidad de ocasiones que las nubes cargadas de agua del Atlántico puedan dejar precipitaciones aquí. Dejando las mismas en nuestro vecino país a pocos kilómetros de aquí. Además sabemos que nuestro viento predominante para ser la vía de entrada de las nubes, en plan futbolero regateando las trampas que tenemos en esta zona tan española y que puedan descargar las precipitaciones es el vendaval o levante moruno como se le conoce en estas tierras.
Es un viento que sopla de sudoeste que permite esas precipitaciones tan beneficiosas que descarguen en estos bellos parajes caballas. Menos mal que pudimos contar nuevamente con una central para poder desalinizar agua del mar y añadir a nuestros pantanos esta fuente inagotable de nuestro líquido salvador que tenemos alrededor de nuestra ciudad autónoma y que Dios nos dio para que lo utilizáramos como recurso para no deshidratarnos en el futuro cuando pudiéramos llegar a tener ese recurso intelectual de aprovechar la inmensidad de los océanos y más concretamente el agua salada.
Ya sabemos que si ponemos a calentar este agua y lo pasamos por unos serpentines tipo alambique para ir enfriándola hay un depósito de la sal que queda en este lugar y al enfriar el vapor se produce la gota de agua, igual que la lluvia, vivan los observadores que pudieron ver un beneficio en esta acción clásico en las ollas que tenemos en nuestros hogares. Ya que por nuestras propias fuentes estaríamos siempre en la cuarta pregunta dependiendo de las limosnas de los pantanos de nuestros hermanos que siempre están como nosotros y un barco que puede tener problemas para servirnos de enlace. Un fuerte aplauso para nuestras cabezas pensantes que les costó mucho trabajo asimilar una idea muy elemental. Habiendo dejado de la mano de Dios una primitiva central en la zona del desnarigado que los cacos dieron buena cuenta de ella dejándola sin nada para ser aprovechado. Lo de siempre una obra buena se deja y no se arregla o sustituye una parte del toda y luego pasa que posteriormente hay que hacer otra igual o parecida con los gastos consiguientes pagados por los contribuyentes por no prestar atención ni vigilar al citada central. Bueno ya estamos acostumbrados.