El Gobierno mantiene que queda poco, mientras que Caballas se ha quejado por no darles el apartado económico que está listo
En el mes de septiembre se aprobó, de manera unánime, en el pleno de la Asamblea una moción para que se realizara una auditoría sobre el estado de la limpieza de nuestra ciudad.
El tiempo que se había previsto para su redacción era de dos meses y para noviembre era la fecha prevista, aunque tampoco se cumplió.
Desde entonces, Caballas ha venido insistiendo, pero está llegando finales de marzo y aún no se ha puesto punto y final al trabajo de los técnicos.
El portavoz de Caballas, Juan Luis Aróstegui, se quejó que los ceutíes no están contentos con el servicio “y lo que no se entiende es que hayamos pedido en varias ocasiones el informe y no lo hayan entregado”.
También puso encima de la mesa la noticia que les había llegado sobre que se habían producido varias detracciones de las certificaciones de la empresa y que estaba previsto cambiar, una vez más, el Plan de Servicios.
Por su lado, el consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Fernando Ramos, ha confirmado que las detracciones de las certificaciones habían sido un total de seis y la cantidad era superior a los ochocientos mil euros, reafirmándose que por parte del Gobierno se estaba buscando la excelencia en materia de limpieza.
Ha justificado que no se le haya entregado a Caballas la parte del informe que está acabado, porque aún quedan algunos flecos para que se pueda decir que está ultimado.
La idea de la Consejería es que se convoque una comisión informativa para que todos los partidos tengan conocimiento de las conclusiones a la vez. Le pidió más paciencia a Caballas “para que dejen ustedes que los técnicos terminen su trabajo”.